Manuel Garrido Lecona


Te quiero tanto, tanto te quiero,
que ya no puedo quererte más
y estoy seguro que el mundo entero
amor tan grande, no vio jamás.

Eres mi cielo, mi vida, todo;
la causa noble de mi existir.
Sin conocerte, de ningún modo
sería posible mi cruel vivir.

Rotas estaban mis ilusiones
cuando en mi senda te vi pasar,
pero tus frases y tus acciones
nuevos ideales pudieron crear.

En tus miradas miré el anhelo
de un sacrificio por caridad
y oí en tus labios la voz del cielo
que redimiera mi humanidad.

Sólo a ti debo mi gran contento,
mis ilusiones, mi bienestar,
y esa grandeza que dentro siento
porque he logrado, por fin, amar.

A ti te adoro... Tanto te quiero
que ya no puedo quererte más
y estoy seguro que el mundo entero
amor tan grande... No vio jamás.

Guarda, mi vida, la pobre rima
donde tu nombre por tema está;
si acaso, torpe, tu ser lastima,
por tu grandeza, tu perdón da.

A ti que llegue como una ofrenda,
como la prueba de un puro amor,
que sus lamentos tu ser comprenda
y que comprenda todo mi amor.


Manuel Garrido Lecona

La forma en que me amas...

Crea un silencio en mi voz
Y un manantial de lágrimas contenidas en la garganta.

Cierro mis ojos profundos
Que solo han visto dolor
Desde el momento que he olvidado lo que es el amor.

Sentí que sin amar
Dejaría de sufrir,
Y sola me he encerrado
A no arriesgar y no vivir.

Ahora que estas tan cerca
Mis sentimientos se confunden
Tengo un huracán en mi alma,
Que oprime mi ser y me hunde.

El miedo a volver a empezar,
Y la alegría de tenerte
Se van mezclando en mi cuerpo
Con saber que tu me quieres.

La forma en que me amas,
Da dicha y esperanza a mis horas largas
Crea un sonido en mi voz
Que dice te quiero y hace tanto te esperaba.

De la web

Esperándote mi amor


Te espere como las flores esperan
la primavera, como las sombras al alba,
como el día espera la noche y...
y No llegaste!

A lo lejos mis ojos vieron aparecer
el aurora anunciando un nuevo día
y yo derramando mis lágrimas
por saberte lejos de mi amanecer.

Los minutos que pasaban lentamente
se ivan llevando mis sueños,
mis esperanzas de verte llegar.

Las velas encendidas sobre la mesa
se consumían poco a poco, como se
consumían mis deseos, mis sueños,
y mi felicidad.

Que tristeza que lo nuestro hoy
termine de una vez.
Ya amanece..... quizás ya no me recuerdes
llevare en mi alma tu recuerdo y mis labios
la añoranza del sabor de tus labios
sobre mi piel.

Sola estoy llorando, sola estoy pensando
que otras noches han de llegar, pero esta
no tendrá fin.
Mi pobre vida estará triste y vacía
sin florecer.

Me quede sola y no quiero pensar
que deberé hacer cuando acabe el día
y el manto de la noche llegue ..... ahí
no sabré quehacer.

De mi dolor tendré que sacar la fuerza
que necesito para vivir.
Te doy las gracias por los momentos
que viví y los sueños que me hiciste sentir.

Todo acabo y tu ya no vendrás,
no se si un día me recordaras
y mi amor va a estar igual, por si algún
día quieres volver.

Mis ojos por todos lados
te buscan por noches y días.
Mi corazón vacío esta y esa es mi realidad.

Maria Alejandra Valdez

BABEL...


Y yo que me reía de los enamorados,
que radiografié mi alma rota,
y necesité kilos de escayola para recomponer mi espíritu,
yo que desdeñé sueños rotos que antaño eran de acero,
me harté de esta eterna tormenta,
y de caer de rodillas en cada esmeril batalla

Ya no me avergüenza que me vean poner boca de pez cuando estoy solo,
porque no se que ocurrió en el eclipse de tus ojos y mi corazón,
que ahora te pediré un mundo repleto de ilusiones,
y una luna que baile al son de tus besos

Para huir de esa falsa libertad,
porque deseo amarte como jamás concebiste,
así que hoy seré la estrella que te acune,
y la cuna en la que tu sueñes

Ven que haremos un pacto yo y tu sonrisa,
probaremos cada puerta aunque lleve candado,

bailaremos nuestra música en medio de la calle,
y te partiré los huesos en un abrir y cerrar de abrazos

Y que la felicidad sea beberme tus lágrimas,
hacer trucos de magia como los de esta noche,
en los que desaparezco de tus manos,
para que empieces a buscarme por todos los rincones.

Babel. Tú y yo, que a veces hablamos idiomas distintos,
Yo te escucho decir pero no dices,
Tú me oyes distinto a lo que digo,
No nos entendemos en noches que se cierran en banda

como los párpados que no quieren abrirse cuando sueño contigo

Y léeme poemas de poetas que no suiciden antes de los treinta,
querámonos así todos los días,
como algunos sólo aciertan a quererse un instante,
que tu y yo somos un caso aparte,
una constelación perdida,
la más limitada de las series.
de la web
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