Un corazón para amarte

Solo tengo un corazón
para amarte de por vida
pleno de ternura y besos
que aflora de mis recuerdos
al afrontar las heridas.

No me paro en lamentos
que es actitud desdichada
se potencia el sufrimiento
y de tanto padecer
el amor se queda en nada.

Como un tesoro guardo
esos besos que me has dado
para los momentos tristes
haciendome suspirar
como fiel enamorado.

Aún guardo la dulzura
de esos besos apasionados,
de tus ojos al mirarme
de tu forma de besar
como nadie me ha besado.

Por eso mi corazón
esta impermeable al llanto
por ti que me amaste tanto
y el amor que ahora me das
me cobija como un manto.


Juego de palabras...

Te quiero porque te quiero
y yo he querido quererte,
porque despierto o dormido
vuelvo a quererte en mi sueño.

En el amor no hay razones,
ni entrega sin compromiso.
No necesita permiso
para unir dos corazones.

Y yo que sueño quererte,
cuando despierto te quiero
y si me duermo te sueño
para no poder perderte.


Y si te pierdo te busco
y si te busco te encuentro
y si te encuentro te tengo
para estar contigo, juntos…

Es el juego del amor,
que se traduce en palabras,
que a veces también se callan
cuando canta el corazón.

El sentimiento, el deseo
tienen también su papel:
mil delicias en tu piel…
sobre tus labios… mis besos.

No es un juego, vida mía,
ni es un juego de palabras.
Son el rito de dos almas,
 que entre besos se acarician.


(Reservado los derechos de autor)

Besando tu sombra.


Te escribiría rimas y versos
asonantes, consonantes, libres,
llenitos de este amor visible
y completos de caricias y besos.

Pueden ser buenos o no ser poesía
pero te escribiría con el corazón
y te aseguro que algún día
volarán mis versos hasta tu pasión.

Te escribiría siempre en tu boca,
en tus abrazos y en tus caricias,
dejaría letras hasta en tu sombra
y engarzadas con delicias.

Te amaría, tanto y para siempre
que podría acunarte en mi vida,
solamente si quisieras tenerme
entre tus brazos, mi amor, adormecida.


JC

JC

Aquella cama vacía...

Hay un sentimiento grato
que tu presencia provoca,
que olvida todo lo ingrato
cuando me acerco a tu boca.

Ando toda alborotada
gritando lo que yo siento,
con la brisa como aliada
para que veas que no miento.

Ya no me guardaré nada
lo hago pensando en ti,
me confieso enamorada
tal como te prometí.

Tengo el corazón contento
estoy llena de alegría,
terminó el triste tormento
de aquella cama vacía.

Siento una corazonada
como nube pasajera,
estando por ti abrazada
siento la luna en mi vera.

Ahora quiero conjugar
todo esto en tu presencia,
para que sientas la esencia
de lo que es el verbo amar.

Y si he de dejar de amarte
te seré clara y sincera,
no creo que pueda olvidarte
¡porque no existe manera!



Infancia, de poetas anónimos

Desentierro del pasado las migajas
de sonrisas, carcajadas y canciones
son tan pocas entre tantos nubarrones
como pocas fueron siempre mis ventajas.

¿Los felices pensamientos? nunca tuve
ni jamás el polvo de hadas tendría efecto
ni las alas me entregaron tal afecto
de llevarme hasta lo alto de una nube...

¿Fui bandido? ¿fui demonio? ¿fui querube?
tal vez todos a la vez y con complejos
pues faltáronle a mi alma los consejos
es sabido: siempre baja lo que sube,
para ser el angelito de mamá
para ser el admirado de papá...

No me quejo, tanto tiempo ya ha pasado
que no siento ni lamento ni me quejo
¿los felices pensamientos?: desolado
y que importa si el edén es sueño viejo...

Dos temblores, Francisco Alvarez Hidalgo

Si el ocaso me empuja de tu orilla,
la mañana me acerca a tus umbrales.
Ay, que los sentimientos ilegales
me condenan a estar siempre en capilla.

Apenas ya la luz del alba brilla
transponiendo impulsiva los cristales
de tu balcón, resuenan atabales
en mi piel, sacudiendo mi semilla.

Como ladrón me acerco, subrepticio, 
trémulo, pero audaz, y te acaricio
con extraña erupción de dos temblores.

Temblor de oir su voz o su pisada,
y temblor de saber que mi llegada
me capacita a deshojar tus flores.


Una musa para las madres, Eva, sin Adán y sin serpiente

Al abrir la ventana de tu alma
expandes tu perfume de diamante,
a todos das amor y, al caminante,
lo alumbras con la sombra de la calma.

Holistica mujer, divina amante;
predices si nos falta autoestima,
y siempre acompañas y reanimas
con la aureola de tu amor constante.

El universo armònico te mima
con el regalo que brinda la vida,
al saber perdonar tantas heridas
descubres la grandeza de su estima.

No la hieras, es mortal y le lastimas
su sensible corazòn omnipresente.

Si le hierven sus venas y su mente
sus arterias impulsan sangre fría.
habita en su Ser: El Ave Marìa.
Es Eva, sin Adàn y sin Serpiente.



claudio


Yo te soñé una tarde, Pablo Neruda


Mujer, hecha de todas mis ficciones reunidas
has vibrado en mis nervios como una realeza
llorando en los senderos de la ilusión perdida
siempre he sentido el roce de tu ignota belleza.

Marchitando mis sueños y mis buenas quimeras
te he forjado a pedazos celestes y carnales
como un resurgimiento, como una primavera
en la selva de tantos estúpidos ideales.

He soñado tu carne divina y perfumada
en medio de un morboso torturar de mi ser,
y aunque eres imprecisa, sé como eres, amada,
ficción hecha realeza en carne de mujer.

Yo te miro en los ojos de todas las mujeres,
te miro pero nunca te he podido encontrar
y hay en el desencanto el encanto de que eres,
o que serás más bella que una mujer vulgar...

Te sentirán mis sueños eternamente mía
brotando de la bruma de todas mis tristezas
como germinadora de raras alegrías
que avivarán la llama de tu ignota belleza.



Primaveras viejas

Se fue escapando poco a poco el tiempo
y entre sus garras me arrastró también,
hoy, no tan joven y algo más cansado
vuelvo los ojos al amor de ayer.

No se han borrado de mi ser tus ojos
y de tus labios guardo aun el sabor
como el aváro su tesoro guarda,
como conserva su pureza el sol.

Hoy, recordando primaveras viejas
siento en mi alma rebrotar tu amor
como un esqueje que trae sabia nueva
al recio tronco de mi corazón

Juanmaromo

ME ADORMEZCO, Francisco Álvarez Hidalgo


Me adormezco a la sombra de tus besos,
que ya es mi propia sombra, porque he sido
quien te los ha engendrado, y han crecido
como álamo de espíritu y de huesos.

Los leo cada día; llevo impresos
mil folios de tu boca, que he reunido 
en libro de oro, nunca envejecido
a través de viajes y sucesos.

Me reclino en la espuma de la almohada 
que de su roce ha sido elaborada,
y me invito a descanso sin sosiego.

Y vuelves a besarme, vasto y hondo,
y en suavidad, y en furia, y te respondo
como quien nada deja para luego.



Si pudiera....

Si pudiera verte y con la vista
recorrerte y detallarte toda...
y cuando ya no resista
esta distancia que me incomoda,
correr a abrazarte tan fuerte
que ya en separarte no puedas pensar;
tan cerca escucharte, tan profundo quererte,
con tanta fuerza tenerte
que te cueste respirar.

Si pudiera al menos acariciarte
y darte las gracias por existir
y decirte que vivo por encontrarte
y por encontrarte, puedo morir.

Si pudiera oírte suspirar
y pronunciar mi nombre con dulzura
y en mis brazos escucharte jurar
lo que sólo por amor se jura.

¡Dios mío! Si pudiera... si pudiera...
tantas cosas que ahora no puedo,
si ella no se me fuera
como el agua entre los dedos.

Si me dejara su humedad, su olor,
imagínate Señor, yo húmedo por ella;
yo alcanzando el cielo de su amor
y encontrando su amor en una estrella.

Si pudiera en el océano de su alma,
tener la inquietud de un pez hambriento,
mordería gustoso su carnada y en calma,
a sus profundidades me iría contento.

Si pudiera pasar lo que no pasa
y yo pudiera ser lo que no soy,
si me quemara en tu brasa
¡ardiendo estaría hoy!

Si en éxtasis profundo e infinito,
en mis brazos pudiera tenerte...
ahogando un gemido... un grito,
desnudos los dos, frente a frente
y atados a un mismo destino,
yo estaría de cuerpo, corazón y mente,
llenando de besos tu camino.


Si pudiera sentirte en mis brazos presa
y un orgasmo bendito te atrapara,
tú no serías tú si no me besas
Y yo no sería yo, si no te amara.


ALVARO J. MARQUEZ


Para ti mamá

Madre cuanto  daría
por tenerte ahora a mi lado
cuando mas te necesitaba
el mas triste día de mi vida
me dejaste abandonado.

No por tus propios deseos
un maldito cáncer fue
que dejandote sin vida
mi alma dejo herida
muriendo contigo a la vez.

Tú me enseñaste bondad
la humildad y compasión
a perdonar los agravios
del mundo y sus patrañas
con firmeza y corazón.

Eras mi ejemplo y mi guía
de ti siempre presumí
por que en todo madre mía
no había una madre mas buena
como lo que sentía de ti.

Quisiera que en este día
junto al padre celestial
le pidas al diosito bueno
que cuando mi vida se acabe
me lleve donde tú estas.

Aquí para escuchar el poema a un rosal de Francisco de Quevedo, recitado por ella.



El celaje. Amado Nervo

¿Adónde fuiste, amor, adónde fuiste? 
Se extinguió del poniente el manso fuego, 
y tú que me decías hasta luego, 
volveré por la noche, no volviste.

¿En qué zarzas tu pie divino heriste? 
¿Qué muro cruel te ensordeció a mi ruego? 
¿Qué nieve supo congelar tu apego 
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

Amor, ya no vendrás, en vano, ansioso, 
de mi balcón atalayando vivo 
el campo verde y el confín brumoso,

y me finge un celaje fugitivo 
nave de luz en que al final reposo, 
va tu dulce fantasma pensativo.

Pequeño monumento, Octavio Paz

Fluye el tiempo inmortal y en su latido

sólo palpita estéril insistencia,
sorda avidez de nada, indiferencia,
pulso de arena, azogue sin sentido.

Resuelto al fin en fechas lo vivido
veo, ya edad, el sueño y la inocencia,
puñado de aridez en mi conciencia,
sílabas que disperso sin rüido.

Vuelvo el rostro: no soy sino la estela
de mí mismo, la ausencia que deserto,
el eco del silencio de mi grito.

Mirada que al mirarse se congela,
haz de reflejos, simulacro incierto:
al penetrar en mí me deshabito

Quiero llorar mi pena, Federico Garcia Lorca

Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras
y me llores en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.

Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.

La vida sin ti


La luna me ofrece sus hilos de plata
y tejo una escalera para ir a buscarte,
me interno despacio en la nube más alta
para estar contigo y volver a amarte.
 
Contemplo tu cuerpo a la luz de un lucero
te arrullo en mis brazos sediento de amor,
tu frágil figura cual diosa venero…
mientras que me invade un profundo dolor.
 
Sorbiendo mis lágrimas te cubro de besos
anhelando un instante tu dulce mirada
y esos labios tuyos antes tan traviesos…
¡Hoy se encuentran yertos ya no dicen nada!
 
No quiero ni puedo aceptar tu partida
aunque esto forme parte de la realidad,
me postro de hinojos y te ofrendo mi vida
¡Para estar contigo hasta la eternidad!
 
No quiero quedarme sufriendo callado
mientras mi alma sangra por estar contigo,
Tu eres en mi ser lo que más he amado…
¡Y el vivir sin ti sería un cruel castigo!
 
                María B Núñez
             Huellas del camino


Pablo Neruda, Poema 6.

Te recuerdo como eras en el último otoño,
eras la boina gris y el corazón en calma,
en tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo
y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma,
hoguera de estupor en que mi sed ardía,
dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño,
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa,
hacia donde emigraban mis profundos anhelos,
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío, campo desde los cerros,
tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma,
más allá de tus ojos ardían los crepúsculos,
hojas secas de otoño giraban en tu alma.

Amor,..

Amor, Gerardo Diego

Dentro, en tus ojos, donde calla y duerme
un palpitar de acuario submarino,
quisiera - licor tenue al difumino -
hundirme, decantarme, adormecerme.

Y a través de tu espalda, pura, inerme,
que me trasluce el ritmo de andantino
de tu anhelar, si en ella me reclino,
quisiera trasvasarme y extenderme.

Multiplicar mi nido en tus regazos
innumerables, que al cerrar los brazos
no encontrases mi carne, en ti disuelta.

Y que mi alma, en bulto y tacto vuelta,
te resbalase en torno, transparente
como tu frente, amor, como tu frente.

Mujer total

Mujer total matriz del infinito
Mar insondable, océano vital
en ti me hundo y me niego cada noche
Y muero en ti para la eternidad.

Noche sin fin de fuego y de galerna
Noche total de vino y tempestad
Playa dorada donde mis besos mueren
Contra tus pechos en espuma y sal.

Noche mujer preñada de caricias
Donde mis manos siembran en tu piel
Semillas tiernas, pétalos de fuego
Soplos ardientes del amanecer.

Y floto en ti perdido y entregado
En el inmenso cráter de tu amor
Que me devora, me incendia, me arrebata
Mujer total donde renazco yo.

http://llenguasdefoc.blogspot.com/

JUANMAROMO

Quiero dormir...juanmaromo.


Quiero dormir, sumirme en el silencio
en el océano inmenso de los sueños
en el cálido útero del tiempo
en el vientre matriz del universo.

Quiero dormir, flotar entre dos aguas
en el mar sideral del firmamento
desnudarme en un tálamo de estrellas
y yacer en un lecho de recuerdos

Quiero dormir, perderme entre tus brazos
sentir tu corazón dentro del pecho
y respirar el aire que respiras
y alimentarme del polen de tus besos

Quiero dormir libando de tu nectar
fundirme entre tus pétalos de fuego
descender a los infiernos de tu magma
y renacer en la cuna de tus pechos


JUANMAROMO

Lunas de sangre


Han pasado cien lunas
y sigo palpitando en tus mareas,
el agua de tu lluvia recorre mis cristales
con sus húmedos dedos
y tu aliento entela mi ventana,
la llama agonizante dibuja mil fantasmas
y ya no quedan velas en mi alcoba.

Desde que te marchaste
el hogar esta muerto
y nadie ha barrido las cenizas
de la última lumbre,
el viento ulula por la chimenea
preludiando el silencio
ese silencio que estalla cada noche
que mancillo tu lecho.

Han pasado cien lunas pero todas menguantes,
lunas de sangre sobre un cielo negro,
mientras el lobo que me devora el alma
aúlla cada noche celebrando tu ausencia.

Ya no queda esperanza
y he entregado mi cuello a sus fauces heladas,
mientras siento el puñal de tu desprecio
enterrarse en mi espalda.

De lenguas de fuego, JUANMAROMO

A mi manera...


Despierta mis pasiones con tus besos,
píntame la piel con tu ardiente mirada,
deja que me sumerja en embelesos,
y acaricie tu cuerpo emocionada.

Dibuja mis placeres con tu aliento
arropa con tu esbeltez mi figura,
aviva los dormidos sentimientos
para hundirnos los dos en la locura.

Tengamos una noche inolvidable
ardamos en el fuego de esta hoguera,
no aplacemos lo que es inevitable,
y disfrutemos de este amor a mi manera.

Cuando ya los luceros oculten sus destellos...
se apagarán también los fuegos encendidos,
y al despertar el alba se oirán quedos resuellos,
de placidos amantes que ya están complacidos.

María B Núñez
Huellas del Camino

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...