ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
-oh Cristo-
En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio, nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
-oh Cristo-
Qué importan males o bienes.
Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas,
para mí sólo da rosas.
¿Rosas de Pasión? , Qué importa.
Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
-oh Cristo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario