Te dibujo… te dibujo redondo, redondo y tierno...



Te dibujo…
te dibujo redondo,
redondo y tierno,
sosegado y firme,
firme y sereno.

Atardeciendo dulcemente
donde se esconden los sueños,
los viejos, los nuevos,
con esa quietud hermosa
que  a veces…
que a veces nos regala el tiempo.

Te dibujo en mi silencio,
(en tu silencio)
tan lleno de ti,
de bocas y labios,
de labios y besos,
de semilla y tierra
de tierra y anhelos.
Te dibujo
Te dibujo entre mis dedos,
para así poder saberte,
palmo a palmo
en cada parte de tu cuerpo.

Te dibujo y ¡te contemplo!
deslizándote despacio
en cada espacio,
arribando con tus labios
cada puerto,
navegando por mi piel
¡beso por beso!

Te dibujo lento.
Trazo un mapa con las líneas de tu cuerpo
y allí me pierdo… allí me quedo
¡a la sombra de tu piel y de tu fuego!


Cuando el alma duele..

El alma me dolió como nunca, cuando mi madre murió, me dolió, por que yo no pude hacer nada por evitarlo y el sufrimiento no podía controlarlo, pero algo inevitable, terminas por aceptarlo y vivir con ese sentimiento de pérdida tan doloroso...

Yo he sufrido mil batallas y me curtí el corazón y cuando el dolor es mio y solo mio...lo supero.
Pero hay un dolor externo a mi que no controlo, es ese dolor que el sufrimiento de las personas que amo me produce y me hace sentir impotente si no puedo remediarlo, si no puedo dejar ese sentimiento de mi alegría para compartir  y hacerle sentir que no está solo y que sufro a su lado.

Que me sienta realmente como un amigo o un amor, que por encima de todo, desea su felicidad y alegría, aún sabiendo que en el fondo, también hay algo de egoísmo en ese sentimiento, cuando mi propia felicidad, está determinada, por la felicidad de las personas que amo y deseo felices...

¿Y como puedo ser feliz, viendo tristeza en el alma de las personas que amo?...

Si cuando te veo sufrir
sin poderlo remediar
mi corazón te acompaña
en tu triste realidad
y me invento mi alegría
que vuele a tu soledad.

Mi alma llora tu llanto,
y yo no quiero llorar
te escribiré del amor
que te pueda consolar
y si sientes mi cariño
sentirás felicidad.

No sufras en silencio
teniendo el cariño mío
que yo he sufrido bastante,
lagrimas para desbordar un río
¡cuando el alma me duele¡
con mi dolor, ¡el tuyo ya está cumplido¡...



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