Los nueve monstruos...


Desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato, crece a treinta minutos por segundo, paso a paso y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces y la condición del martirio, carnívora voraz, es el dolor dos veces y la función de la yerba purísima, el dolor dos veces y el bien de ser, dolernos doblemente. 

Jamás, hombres humanos, hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera, en el vaso, en la carnicería, en la aritmética! Jamás tanto cariño doloroso, jamás tan cerca arremetió lo lejos, jamás el fuego nunca jugó mejor su rol de frío muerto! Jamás, señor ministro de salud, fue la salud más mortal y la migraña extrajo tanta frente de la frente! Y el mueble tuvo en su cajón, dolor, el corazón, en su cajón, dolor, la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres, más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece con la res de Rousseau, con nuestras barbas; crece el mal por razones que ignoramos y es una inundación con propios líquidos, con propio barro y propia nube sólida! Invierte el sufrimiento posiciones, da función en que el humor acuoso es vertical al pavimento, el ojo es visto y esta oreja oída y esta oreja da nueve campanadas a la hora del rayo, y nueve carcajadas a la hora del trigo, y nueve sones hembras a la hora del llanto, y nueve cánticos a la hora del hambre y nueve truenos y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres, por detrás de perfil y nos aloca en los cinemas, nos clava en los gramófonos, nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente a nuestros boletos, a nuestras cartas; y es muy grave sufrir, puede uno orar…Pues de resultas del dolor, hay algunos que nacen, otros crecen, otros mueren, y otros que nacen y no mueren, otros que sin haber nacido, mueren, y otros que no nacen ni mueren (son los más).

Y también de resultas del sufrimiento, estoy triste hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo, de ver al pan, crucificado, al nabo, ensangrentado, llorando, a la cebolla, al cereal, en general, harina, a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo, al vino, un ecce-homo, tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!

¡Cómo, hermanos humanos, no deciros que ya no puedo y ya no puedo con tanto cajón, tanto minuto, tanta lagartija y tanta inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!...

Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer? !Ah! desgraciadamente, hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer.

César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, 16 de marzo de 1892, París, 15 de abril de 1938) fue un poeta y escritor peruano. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país. Es, en opinión del crítico Thomas Merton, «el más grande poeta católico desde Dante, y por católico entiendo universal» y según Martin Seymour-Smith, «el más grande poeta del siglo XX en todos los idiomas»., para saber mas pulse aquí.

Toda una vida, día del niño.

Si pudiera volver atrás
sobre los pasos del tiempo
solo se que voy a añorar
a mi madre en este momento.

Haciendo referencia al poema...
como se pasa la vida, tan callando.
unas veces llorando de pena
y otras, por ti suspirando.

Ya que mi niñez ha pasado
quiero decirte hoy mi vida
que ni cuenta yo me he dado
con tu amor y con tu ayuda.
Que he llorado ya lo sabes
para ti fui un libro abierto
por eso en tu corazón planté
las llamas del sentimiento.

Si del niño es hoy el día
tu que eres la niña de mis ojos
sintamos amor y alegría
con estos versos hermosos.

Ya que mi madre no está
lo quiero celebrar contigo
aún soy niño para rezar
y adulto para darte abrigo.

Gracias por hacerme sentir como niño.


Amor al atardecer.

Dejemos que ese sol se ponga
que la luna de paso a los besos
que desnude tu cuerpo y tu alma
que se estremezca hasta el silencio.

Quiero escuchar tus gemidos
que la noche nunca se acabe
cuando nuestros pechos fundidos
en uno solo, de amor arde.

Penetrarte hasta el fondo
de tus ojos enfebrecido
con la llama de mis ojos
como luceros encendidos.
Hacerte un hueco en mis sueños
con la realidad de tu entrega
manos entrelazadas y en tu centro
viajes de lujuria en mi mirada.

¿Oyes bien ese murmullo
del envite de las olas?
son los de mi cuerpo y el tuyo
cabalgando hacia la aurora.

Ya esta de nuevo ese sol
saliendo por el horizonte
y con la pasión de mi amor
de nuevo voy a abrazarte.

Feliz fin de semana crayolita.


El amor duerme en el pecho del poeta, Lorca.

El amor duerme en el pecho del poeta  

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando,
perseguido por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!  
El poeta pide a su amor que le escriba
  
Amor de mis entrañas, viva muerte, 
en vano espero tu palabra escrita 
y pienso, con la flor que se marchita, 
que si vivo sin mí quiero perderte.
   
El aire es inmortal. La piedra inerte 
ni conoce la sombra ni la evita. 
Corazón interior no necesita 
la miel helada que la luna vierte.  

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas, 
tigre y paloma, sobre tu cintura 
en duelo de mordiscos y azucenas. 
  
Llena pues de palabras mi locura 
o déjame vivir en mi serena 
noche del alma para siempre oscura.























Condenado a muerte...

El 23 de abril de 2015 se hizo público un informe policial basado en una investigación realizada en 1965, que corroboraba la ejecución de Lorca por las autoridades franquistas. En el informe se le acusaba de «socialista», amigo de Fernando de los Ríos, y «masón, perteneciente a la logia 'Alhambra', en la que adoptó el nombre simbólico de 'Homero'», y le atribuía «prácticas de homosexualismo y aberración». Para saber mas pulse aquí.

Cuando se ama en la forma en que te amo.

Cuando se ama en la forma en que te amo
con tanta pasión y deseos tantos
es una luz mas fuerte que la del sol
que sale de mi pecho, para secar tu llanto.

Y de tanto amarte, la vida es un suspiro
porque mis relojes se paran en la mañana
sin pasar el tiempo cuando estas conmigo
y solo existe para mi, la luz de tu mirada.
Miro las golondrinas desde mi ventana
quizás este año emigren hacia ese norte
y yo suplicándoles que mis espinas
quiten de mi frente por no tenerte.

Y es que así es el amor, tiene dos caras
una la del dolor cuando no te tengo
la otra llena de sueños cuando las miradas
se cruzan frente a frente, a un mismo tiempo.




Fábulas de Samaniego.

Estaba un ratoncillo aprisionado
en las garras de un león; el desdichado
en la tal ratonera no fue preso
por ladrón de tocino ni de queso,
sino porque con otros molestaba
al león, que en su retiro descansaba.

Pide perdón, llorando su insolencia;
al oír implorar la real clemencia,
responde el rey en majestuoso tono
—no dijera más Tito—: «Te perdono».

Poco después cazando el león tropieza
en una red oculta en la maleza:
quiere salir, mas queda prisionero;
atronando la selva ruge fiero.

El libre ratoncillo, que lo siente,
corriendo llega: roe diligente
los nudos de la red de tal manera,
que al fin rompió los grillos de la fiera.

Conviene al poderoso
para los infelices ser piadoso;
tal vez se puede ver necesitado
del auxilio de aquel más desdichado.
Es voz común que a más del mediodía,
en ayunas la Zorra iba cazando;
halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía.

Causábala mil ansias y congojas
no alcanzar a las uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.

Miró, saltó y anduvo en probaduras,
pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
«No las quiero comer. No están maduras».

No por eso te muestres impaciente,
si se te frustra, Fabio, algún intento:
aplica bien el cuento,
y di: No están maduras, frescamente.

Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala (Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745, 11 de agosto de 1801) fue un escritor español famoso por sus fábulas, de tono aleccionador mediante moralejas. Para saber mas pulse aquí.

Viéndote dormir.


La tenue luz de una lámpara se roba lo imperceptible
a mi ojos de cafeína mientras dormida yaces,
evocando el mar en las tardes con tu grandeza apacible
y rasgos de luna naciendo por tus níveos paisajes...

Bailas en tus sueños con delfines, imagino en silencio,
yo escribo vanamente unas líneas para atraparte por siempre,
despierto te voy soñando y en el murmullo del viento
escucho voces que claman por dibujar el presente.

Te veo dormir y me arrullas los ojos con costumbre
pues sé que el día que faltes... faltaré yo en mí, sin duda,
tú que durmiendo tan sólo de mi madrugada eres lumbre...
aún cuando no sepas nada... más cuando duermes desnuda.

B. Aveiga

Escala de amor.

Es amor fuerza tan fuerte
que fuerza toda razón;
una fuerza de tal suerte,
que todo seso convierte
en su fuerza y afición;
una porfía forzosa
que no se puede vencer,
cuya fuerza porfiosa
hacemos más poderosa
queriéndonos defender.

Es un modo de locura
con las mudanzas que hace:
una vez pone tristura,
otra vez causa holgura,
como lo quiere y le place;
un deseo que al ausente
trabaja, pena y fatiga;
un recelo que al presente
hace callar lo que siente,
temiendo pena que diga.
Todas estas propiedades
tiene el verdadero amor;
el falso, mil falsedades,
mil mentiras, mil maldades
como fingido traidor;
el toque para tocar
cuál amor es bien forjado,
es sufrir el desamar,
que no puede comportar
el falso sobredorado.


Jorge Manrique (Paredes de Nava, Palencia o Segura de la Sierra, Jaén, c. 1440 - Santa María del Campo Rus, Cuenca, 24 de abril de 1479) fue un poeta castellano del Prerrenacimiento, sobrino del también poeta Gómez Manrique. Es autor de las Coplas a la muerte de su padre, uno de los clásicos de la literatura española de todos los tiempos. Para saber mas pulse aquí

¿Quien no va a querer soñar?, poema de amor.

Es mi amor por ti tan fuerte
que no existe una razón
que te exilie de mi mente
y en todo momento presente
estas en mi corazón.

Es tanta la suerte que tengo
que nada me puede vencer
es tan precioso este sueño
que aunque pusiera mi empeño
no te dejaré de querer.
¿Quien no va a querer soñar?
con un amor tan poderoso
aunque tuviera que atravesar
aún si tuviera que viajar
por océanos tormentosos.

Yo me aferraré con fuerza
a esta férrea condición
de ese amor que con nobleza
con la mas pura belleza
se instaló en mi corazón.



Alto jornal, Claudio Rodríguez

Dichoso el que un buen día sale humilde
y se va por la calle,
como tantos días más de su vida,
y no lo espera
y, de pronto, ¿qué es esto?,
mira a lo alto y ve,
pone el oído al mundo y oye,
anda, y siente subirle entre los pasos
el amor de la tierra, y sigue,
y abre su taller verdadero, y en sus manos
brilla limpio su oficio, y nos lo entrega
de corazón porque ama, y va al trabajo
temblando como un niño que comulga
mas sin caber en el pellejo,
y cuando se ha dado cuenta al fin de lo sencillo
que ha sido todo, ya el jornal ganado,
vuelve a su casa alegre y siente que alguien
empuña su aldabón, y no es en vano.

Claudio Rodríguez García (Zamora, 30 de enero de 1934 - Madrid, 22 de julio de 1999) fue un poeta español. Enmarcado en la Generación del 50, recibió a lo largo de su vida los más importantes galardones de poesía en España, y su primer libro Don de la ebriedad (1953) ha sido valorado por la crítica como uno de los más brillantes de la lírica española en la segunda mitad del siglo XX. Para saber mas pulse aquí.

Sonetos de Dámaso Alonso, Amor.

Amor

¡Primavera feroz! Va mi ternura
por las más hondas venas derramada,
fresco hontanar, y furia desvelada,
que a extenuante pasmo se apresura.

¡Oh qué acezar, qué hervir, oh, qué premura
de hallar, en la colina clausurada,
la llaga roja de la cueva helada,
y su cura más dulce, en la locura!

¡Monstruo fugaz, espanto de mi vida,
rayo sin luz, oh tú, mi primavera,
mi alimaña feroz, mi arcángel fuerte!

¿Hacia qué hondón sombrío me convida,
desplegada y astral, tu cabellera?
¡Amor. amor, principio de la muerte!
Oración por la belleza de una muchacha

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

esos bultos de nieve, que bullía
al soliviar del lino la tersura
y, prodigios de exacta arquitectura,
dos columnas que cantan tu armonía.

¡Ay, tú, Señor, le diste esa ladera
que en un álabe dulce se derrama
miel secreta en el humo entredorado!

¿A qué tu poderosa mano espera?
Mortal belleza eternidad reclama
¡Dale la eternidad que le has negado!
Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas (Madrid, 22 de octubre 1898-25 de enero 1990) fue un literato y filólogo español, Director de la Real Academia Española, la Revista de Filología Española y miembro de la Real Academia de la Historia. Premio Nacional de Literatura 1927. Premio Miguel de Cervantes 1978. 
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Una partida erótica.

Hoy te propongo un juego
ese sexi, el de las prendas
y por cada carta que pierdo
mi piel dejaré expuesta.

Tu empezarás por la blusa
en mi mano cinco cartas
un te quiero y una sonrisa
mientras la prenda te bajas.

Me ha tocado perder
y a mi pantalón tu miras
y como si fuera sin querer
de la cintura me tiras.
En esta mano he ganado
a tus dos pechos los miro
y salen por fin saltando
yo me quedo enmudecido.

Solo te queda una prenda
debajo de la cintura
hago que esta mano la pierdas
para contemplar tu hermosura.

Las cartas salen volando
que a los dos prisas nos entran
cuando en tu vientre besando
ya perdemos la cabeza.




¡Oh, pechos dulces!

¡Oh, cálidos pechos tan sedosos
rubéola de manjar en hermosura.
Que a la caricia del tacto con ternura
os levantáis bajo el tejido vigoroso!

Sois imán de los ojos con alborozo.
De los dedos satén, en flaqueza,
y al instante del suave roce gozoso,
sois cumbre de amor en belleza.

Del cuerpo, un cielo en descenso.
De vuestra luna, deseo en potencia.
Deja que me vuelva verde inocencio
para bajar al límite de la demencia.

Lactancia del mundo y su natura.
Cúpulas dulces con blanco rocío,
que a la succión de boca supura
toda la fuerza que da vuestro brío.

C.ROMÁN
( © Derechos Reservados )

Sonetos Lorquianos.

El poeta dice la verdad

Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres,
siempre ardida con decrépito sol y luna vieja.
 
Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida. 
Soneto de la guirnalda de rosas

¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de enero.

Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.

Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.

Pero ¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.





















Generación del 27,  El término parte de la fecha de diciembre de 1927, cuando se reúnen varios poetas españoles en Sevilla, en un acto organizado por la Sociedad Económica de Amigos del País para conmemorar los trescientos años de la muerte de Luis de Góngora. Cabe destacar que esta reunión es el origen de lo que algunos llaman la Generación del 27, en la que se incluyen escritores como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Para saber mas pulse aquí.

Palabras, solo palabras...

Palabras...solo palabras,
palabras de amor
que consuelen tu alma
cuando sientes dolor,
palabras salidas del corazón...

Divinas palabras
que expresan dolor
cuando no estas cerca
y con toda ilusión
quisiera abrazar tu cuerpo
con mi amor y mi pasión.

Palabras que al viento
lanzo con deseos
de probar tu boca
de beber tus besos
tomar tu cintura,
abrazarte en mi pecho...

Palabras, divinas palabras,
que cuando las escribo
me dejan la calma
y me siento contigo
y tu te quedas en mi alma
y yo, ya no me siento herido.

Ángel Reyes Burgos

Grillo constante, Mario Benedetti

Mientras aquí en la noche sin percances
pienso en mis ruinas, bajo a mis infiernos,
inmóvil en su dulce anonimato
el grillo canta nuevas certidumbres.

Mientras hago balance de mis yugos
y una muerte cercana me involucra,
en algún mágico rincón de sombras
canta el grillo durable y clandestino.

Mientras distingo en sueños los amores
y los odios proclamo ya despierto,
implacable, rompiente, soberano,
el grillo canta en nombre de los grillos.

La ansiedad de saber o de ignorar
flamea en la penumbra y me concierne,
pero no importa, desde su centímetro
tenaz como un obrero canta el grillo.

Mario Benedetti
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia (Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1920 - Montevideo, 17 de mayo de 2009), más conocido como Mario Benedetti, fue un escritor, poeta y dramaturgo uruguayo. Fue integrante de la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros. Su prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idiomas. Para saber mas pulse aqui.

Promesa de amor, soneto.

Lo que me regaló la vida al encontrarte
es lo más hermoso que me ha pasado
¿Como podría yo agradecerte?
el que viva siempre tan ilusionado...

Me despierto cada mañana con el sentimiento
de tenerte muy dentro de mi pecho ardiente
que en todas mis horas y a cada momento
mantiene una llama viva, la que tu me enciende.

Mantendré por siempre el fuego de tu fuego
y lo cuidaré toda la vida para que no se apague
viviendo cada momento de mi vida como un sueño

y si alguna vez este sueño se me extingue
fabricaré para ti los sueños nuevos
porque sin ti mi amor, nada de nada existe...

Ángel Reyes Burgos
Mi promesa crayolita

Se quedó dormida.

Se quedó dormida, se cerró la herida.
Se quedó en silencio su voz tan querida;
marchó a lo profundo valiente y osada.
Huyó en silencio sin decirnos nada.

El mar fue refugio y apagó su llama.
La miró la luna con que ella soñaba…
Se volvió muy blanca de nácar y nieve,
borrando la huella de su paso breve.

Eterna es ahora. Nos dejó su huella:
amores y quejas, nieves y cristal.
Llena toda ella, tan leve y pequeña
llevaba en su alma amor-manantial.

Plena de poemas ofreció risueña,
su encanto y tristeza, divina y real.
De su lucha tanta, ella fue la dueña,
aguerrida y fuerte como el vendaval.
Se quedó dormida, silenció su ego.
Tal vez con un ruego, lloraría quizás…
soltó sus amarras, liberó el apego
y en nocturnas olas encontró la Paz.

Entonces un Ángel de belleza suma
La vistió de enaguas con la blanca espuma,
Cuando aquellas olas la hicieron flotar…

y sigue dormida en tierra y arena,
rodeada de Musas y Nodriza buena
muy cerca del Cielo muy cerca del Mar.

Ahora ya su amado sabe donde está!

Flora Delmis

La mujer. José María Gabriel y Galán.

 
Cuando pueda arrancar de los infiernos
legiones de cariátides humanas,
cuando pueda traer de los edenes
almas de luz con luz apacentadas;
cuando sepa sondear el de los réprobos
infame corazón, lleno de llagas;
cuando sepa sentir el de los ángeles
sentir divino de purezas diáfanas...

Cuando aprenda un idioma no creado
para la grey humana,
que tiene, para hablar, artificiosos
idiomas de paupérrimas palabras,
y no percibe músicas mejores
que el resbalar de las corrientes aguas,
el rebullir de mañaneras brisas,
el arrullar de las palomas cándidas,
y el dulce son de los canoros pájaros,
y el hojear de la alameda gárrula,
ni músicas más hórridas describe
que el fiero aullido de la loba escuálida,
la carcajada del siniestro cárabo,
los alaridos de la hiena flaca,
el silbo horrible de falaz serpiente
y el grito ronco de feroz borrasca...

Cuando aprenda a vibrar todos los rayos
de la tremenda maldición que mata
los gérmenes maléficos
que anidan en las llagas,
y a dar aprenda en bendiciones puras
del alto Edén anticipadas ráfagas,
¡entonces te diré, curioso amigo,
lo que son las mujeres!...

¡Qué!... ¿Te extraña?
Decir que son demonios, 
que son blancos arcángeles...
me parece decir cosas muy pálidas.
y si en decires del humano idioma
yo pretendiera bosquejar sus almas,
tal vez oyeras con atento oído
rumor de abismos y batir de alas;
pero la vida de los dos es corta
para que yo, con ruidos de palabras,
cantar pudiese el colosal poema,
maridaje de luz y sombras trágicas,
y tú sentirlo en sus negruras hondas,
y tú sentirlo en sus altezas diáfanas.
Mientras aprendo a contestar, ¡oh amigo!,
tu pregunta abismática,
sigue a la letra mi consejo sano,
regla prudente de conducta sabia;
golpear en la puerta del misterio
es brega estéril de curiosas almas;
cierra los ojos para ver más claro,
vuela y no escarbes, sintetiza y ama,
y canta a la mujer cuando la veas
en el trono de reina de su casa,
o ante la cuna acariciando al hijo,
o ante el sepulcro derramando lágrimas,
o en la sombra de un claustro recluida,
o esperando al esposo desvelada,
o en el templo cantándole a la Virgen
dudas, temores, inquietudes, ansias...

¡Cántala dondequiera que la veas,
ángel o mártir, heroína o santa!
Y si tienes un día
la pena de encontrarla
caída en los infames pudrideros
donde a los suyos el infierno enfanga,
y no puedes hacer el bien supremo
de redimir su alma...
en vez de una canción fustigadora,
dedícale en silencio una plegaria...

Mejor que ver la llaga al microscopio
es cubrirla de bálsamo y curarla.

Su obra poética se aparta del modernismo, siendo conservadora en estructura y temática: defiende la tradición, la familia, la estirpe, el dogma católico o la descansada vida campestre. Y además es rica en palabras en desuso que nos transmiten usos y costumbres de una época pasada.

S.M. el Rey, Alfonso XIII, concede a don José-María el honor de poder transmitir sus dos apellidos a su descendencia por lo que Gabriel y Galán pasa a ser el apellido de sus herederos. Al mismo tiempo, el rey pupila a su hijo mayor, Jesús, al quedarse éste huérfano de padre muy joven del que se encarga curse sus estudios de derecho en El Escorial. Jesús, por favor real, es confiado en pupilaje a los duques de Santa Lucía,

Para saber más, pulse aquí.

Bob T. Morrison, prosa poética.


Las jaurías andan sueltas entre las secuencias de los sueños, sumo aleteo, que se escucha entre las voces rotas con los poemas que jamás fueron leídos por la voz propia de la penumbra de las frágiles tinieblas que el tiempo rompe cruzando las crispadas lunas del alma, infinitos pedazos rotos brillante como los rayos que asfixian mi propia y copulativa garganta.

Un recuerdo imaginario marcha hacia el olvido camino de sus celdas, rasgado por mi vergüenza a través de las brumas diamantinas de otra aurora roja de sangre que se desborda por la pluma que sostengo indeciso cuando las palabras son empujadas al precipicio mientras riachuelos demacrados por la mentira corretean en su entorno...Las lenguas de fuego lamen el cielo oscurecido, reflejando los caminos por los que andan los subyugados penosos prisioneros de la vida ocultos tras las rocas primogénitas de la era donde el dolor es acampanado y las espaldas cosidas a balas forman una sola carne surco hondo y proliferante de tierra. Ruge el sol amarillento.

Ofendieron al nadir sostenido por el sonido del cálamo renaciendo las aras del sacrificio y los ópalos sangraban, a través de las fuertes dunas de aire. Recuerdos vagos de una asustada niñez presencias intocables y huidizos fantasmas que no se borraron de nuestro letal pensamiento, por el contrario, volvieron de la oscura laguna donde mi cuerpo, intermitente, desapareció.

Acaso, ¿no hace miles de años que nos conocimos? entre el rayo y el sonoro trueno que deshizo las luminosas montañas y nació nuestro amor...

Bob T. Morrison, pseudónimo de José Luis Mestres Carbó, nace en Barcelona (1960), donde cursó estudios de música, cinematografía y pintura. Sus ensayos, narraciones, artículos y poemas han aparecido en diversas revistas especializadas. Su obra ha sido incluida en varias antologías de Europa y EE.UU. En la Editorial Palabra y Tiempo publicó Cantos de soledad, amor y muerte. En 1981 dirigió algunos cortometrajes basados en sus propios guiones.

Buceando bajo tu piel.

Me sumergí bajo tu alma
y allí, hay sorpresa mía
encontré la mayor belleza
que en el mundo se escondía.

Un templo de estampa bella
curvas para suavizar mi vida
con perfiles de guitarra
que a mi piel deja vencida.

Quise seguir buceando
por debajo de tu piel
y allí me estaba esperando
un mundo para querer.
Un corazón blanco y puro
que a mi me entregó sus sueños
aún cuando estaba de luto
y de penas padeciendo.

¿Para que seguir buscando?
si tan grande monumento
aunque estaba muy escondido
se quedó en mis sentimientos.

Que belleza hay en tu alma
pues al seguir buceando
me llegó esa dulce calma
que siempre estuve esperando.

¿Cuántos años tengo?, Saramago


¿Cuántos años tengo?,¿Que cuántos años tengo?, ¡Qué importa eso!¡Tengo la edad que quiero y siento! La edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso…Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido…Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo!¡No quiero pensar en ello! Pues unos dicen que ya soy viejo, y otras “que estoy en el apogeo”. Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás!¡Estás muy viejo, ya no podrás!

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,se empiezan a acariciar con los dedos,las ilusiones se convierten en esperanza. Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada..y otras…es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo?, No necesito marcarlos con un número, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas…¡Valen mucho más que eso!

¡Qué importa si cumplo cuarenta, cincuenta o más!Pues lo que importa: ¡Es la edad que siento!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuántos años tengo?, ¡Eso a quién le importa!, Tengo los años necesarios para perder el miedo
y hacer lo que quiero y siento!!.,Qué importa cuántos años, ¿cuántos tengo, o cuántos espero…?

Si con los años que tengo…¡¡Aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno!!

José de Sousa Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - Tías, Lanzarote, España, 18 de junio de 2010), fue un escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. En 1998 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca destacó su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía. Para saber más aquí.

No se lo que me pasa...

No se lo que me pasa, cuando te pienso, cuando me hablas y estoy solo, cuando en mi silencio tú te callas. Mi cabeza es como una jaula de grillos que no paran, que no cesan de cantarme con sus cantos, las cosas mas bellas y mi soledad se ausenta y solo se me hace presente, tu alma y tu belleza.

Pero si se, que mis tristezas se van al sitio donde la luz no llega, en algún lugar donde las risas no se escuchan, las ilusiones no existen, la ternura no habita, la soledad es el martirio que corrompe las almas, el sueño es una pesadilla dentro de otra pesadilla en blanco y negro y solo estoy yo habitando en un planeta vacío y silencioso...pero, vuelve a mi cabeza el canto de los grillos y con el canto te haces de nuevo presente con tus risas, tus alegrías, tu vida que me llena de vida y por un instante que consigo eternizar, mi mente se llena de nuevos colores y olores de primavera y por momentos, me siento vivo y tu alegría se queda conmigo...No se que me pasaria, si los cantos de mis grillos no existieran.

Yo nací un día que Dios estuvo enfermo. César Abraham

Yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo, 
que soy malo y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

.
Todos saben que vivo,
que mastico... Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben... Y no saben
que la luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el Misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo, grave.

César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, 16 de marzo de 1892 – París, 15 de abril de 1938) fue un poeta y escritor peruano. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país. Es, en opinión del crítico Thomas Merton, el más grande poeta católico desde Dante, y por católico entiendo universal y según Martin Seymour-Smith,el más grande poeta del siglo XX en todos los idiomas. Para saber más aquí.

Déjame que te tenga...

Deseo saciar mi sed, con la esencia de tu ser.
y deslizo bajo tu piel mi súplica,
haz de nuestro amor un acto de fé
para que nuestras almas nunca sufran...

No me dejes ausente, que el cielo nos acoge
y con goce llenaremos el vacío.
con caricias recibiremos a la noche
y llenaras con calor, mis labios fríos.

Dejame acariciarte lentamente
para que la eternidad nos acoja enamorado
que nunca este amor contracorriente
lo disuelva ni la fuerza de un tornado

En tus rejas yo quiero que me tengas
encerrado hasta el final de los tiempos
déjame amor que a ti te tenga
para quitarte las tristezas y lamentos.

Ángel Reyes Burgos

Sonetos de Calderón de la Barca.

Imagen de la obra de teatro, El medico de su honra de Calderón.
A las flores

Éstas que fueron pompa y alegría
despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.

Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se emprende en término de un día!

A florecer las rosas madrugaron,
y para envejecerse florecieron:
cuna y sepulcro en un botón hallaron.

Tales los hombres sus fortunas vieron:
en un día nacieron y espiraron;
que pasados los siglos, horas fueron.
A las estrellas

Esos rasgos de luz, esas centellas
que cobran con amagos superiores
alimentos del sol en resplandores,
aquello viven, si se duelen dellas.

Flores nocturnas son; aunque tan bellas,
efímeras padecen sus ardores;
pues si un día es el siglo de las flores,
una noche es la edad de las estrellas.

De esa, pues, primavera fugitiva,
ya nuestro mal, ya nuestro bien se infiere;
registro es nuestro, o muera el sol o viva.

¿Qué duración habrá que el hombre espere,
o qué mudanza habrá que no reciba
de astro que cada noche nace y muere.
































Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 17 de enero de 1600, 25 de mayo de 1681), fue un sacerdote católico y escritor español, caballero de la Orden de Santiago, conocido fundamentalmente por ser uno de los más insignes literatos barrocos del Siglo de Oro, en especial por su teatro. Para saber mas pulse aquí.

Susurrame al oído...

Susurrame al oído, 
tus sentimientos
dime como te ha ido
en estos momentos
en que te he amado
con mis brazos abiertos.

Dime cosas bellas,
las que no se dicen
con muchas palabras
las que nunca oíste
las que no se hablan
para que me dejes
estremecida el alma.

Que tus labios me rocen
que tus manos me toquen
y cuando el sol claudique
besame en la noche.
Y al alba yo puedo
sentirte de nuevo
oír tus latidos
tu sangre y tu fuego
que dentro de mi pecho
me sienta en el cielo.

Susurrame sin palabras
solo gemidos hermosos
que llenen de felicidad el alma
hasta que lluvia de felicidad
nazcan desde mis ojos.

Bébetela en silencio
mientras me dices te quiero
que yo te diré mi amor
que por ti vivo y me muero.




Mi secreto, Amado Nervo

¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido
de amores por un ser desaparecido,
por un alma liberta,
que diez años fue mía, y que se ha ido...
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!

¿Comprendes -tú que buscas los visibles
transportes, las reales, las tangibles
caricias de la hembra, que se plasma
a todos tus deseos invencibles-
ese imposible de los imposibles
de adorar a un fantasma?

¡Pues tal mi vida es y tal ha sido y será!
Si por mí sólo ha latido
su noble corazón, hoy mudo y yerto,
¿he de mostrarme desagradecido
y olvidarla, no más porque ha partido
y dejarla, no más porque se ha muerto?

Amado Nervo, seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz (Tepic, en ese entonces en Jalisco, hoy en Nayarit; 27 de agosto de 1870 - Montevideo, Uruguay; 24 de mayo de 1919), fue un poeta y prosista mexicano, perteneciente al movimiento modernista. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, no pudo ser miembro de número por residir en el extranjero. Para saber mas pulse aquí.

Dos ángeles, Gabriela Mistral


No tengo sólo un Ángel 
con ala estremecida: 
me mecen como al mar 
mecen las dos orillas 
el Ángel que da el gozo 
y el que da la agonía, 
el de alas tremolantes 
y el de las alas fijas. 

Yo sé, cuando amanece, 
cuál va a regirme el día, 
si el de color de llama 
o el color de ceniza, 
y me les doy como alga 
a la ola, contrita. 
Sólo una vez volaron 
con las alas unidas: 
el día del amor, 
el de la Epifanía. 

¡Se juntaron en una 
sus alas enemigas 
y anudaron el nudo 
de la muerte y la vida!



Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga1 (Vicuña, 7 de abril de 1889-Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una poetisa, diplomática, feminista y pedagoga chilena. Una de las principales figuras de la literatura chilena y latinoamericana, fue la primera iberoamericana premiada con el Nobel: ganó el de Literatura en 1945. Para saber más pulse en aquí.

Paloma, dulce paloma. Poema de amor

Paloma dulce paloma
vuela lejos y vuela alto
hasta el cerro de la silla
y dile a esa chiquilla
el porque la quiero tanto...
¿Porque estas tan lejos Sevilla?
si me produce lamentos
por no tener en mis mejillas
los besos que quiero tanto.

Hablale de estos poema
que por ella escribo de amor
de las tristezas y mis penas
los llantos del corazón.

Lleva en el pico prendido
los besos que necesita
que en su corazón herido
son besos que resucitan.
Que no haya lluvia en su alma
solo atardeceres hermosos
soles que en llamas vivas
sequen sus ojos hermosos.

Paloma, blanca paloma
posate sobre su almohada
y con tu canto le arrullas
a mi linda enamorada.

Vete presto y no te tardes
que quiero que a mi me traigas
el sentir de sus sentires
y el brillo de su mirada.








Vampiros entre nosotros, reflexión.

No puedo entender, hasta que punto una sociedad puede soportar la corrupción de sus líderes político y como aún no tenemos los mecanismos suficientes para atajar estos problemas antes de que se produzcan. La mayoría de nosotros ponemos nuestra fe en esas campañas electorales y sus mensajes sin haber aprendido nada... que la historia se repite una y otra vez con pocas variaciones.

Da lo mismo la ideología política de los gobernantes de turno, derecha, centro o izquierda, todos terminan por sangrar al pueblo con sus manejos, pues aunque empecemos creyendonos de algunos que sus intenciones son buenas, todos terminan en ese carro tirado por la codicia que los corrompe, vampiros que te dejan poco a poco sin sangre y que tantos descalabros sociales producen llevando a familias entera a la ruina y a veces al suicidio...no hay nada más desalentador para un padre de familia que le priven del derecho a alimentar a sus hijos por la pérdida de su puesto de trabajo o las actuaciones criminales de los bancos en connivencia con el propio gobierno.

Resulta desalentador que detrás de estos personajes exista esa mafia que los ampara hasta el punto de que muchos de ellos son doctor honoris causa con la pomposidad de la imposición del birrete como símbolo de la preparación para la lucha. El anillo de la sabiduría, los guantes blancos de la pureza, otorgado por las universidades mas importante como paradigma de un bautizo sangriento.

Estas cosas suceden, no porque carecemos de medios para solucionar este cáncer, es por el mismo motivo que a la industria farmacéutica no le interesa poner ciertos medicamentos en circulación que limitaría el número de muertes, la enfermedad es ventajosa para las arcas y en la sociedad política y financiera, no hay nada mejor que mantener ese cáncer activo que tantos recursos les aporta.

Al final, ellos se ríen de todo si sopesamos el hecho de que pueden robar cientos o miles de millones de euros y que se saben protegidos por esos recurso que aunque lo lleven a prisión, vivirán a cuerpo de rey el poco tiempo que pasan dentro y el resto de su vida vivirán en la opulencia...

Yo confiaba especialmente en un político socialista como Felipe González, quizás porque eso de socialista me llevaba a pensar en los derechos sociales de la persona y el trabajador, después se han destapado escándalos suyos por su vinculación con narcos y crimen organizado, pero lo que más me ha sorprendido de el, es lo lejos que esta de un auténtico socialista que dice sobre la jubilación que hay que ampliarla a los setenta años mientras el sigue viviendo como un auténtico rey...

Aún así, como un mirlo blanco, de vez en cuando se deja caer por nuestra sociedad un profeta que con su forma de actuar nos transmite a todos, que no todo está perdido y sale de la presidencia de un gobierno con los bolsillos tan vacío como cuando llegó. Desgraciadamente, como a los mirlos blancos se ven poco y pocos países tienen la fortuna de haber tenido a un presidente como José Mujica para con su actuación podamos ver la diferencia y saber que no solo hay vampiros entre nosotros...
Felicidades señor Mujica

Peces de plata.

La niña lava que lava
en la orillita del río
dos peces color de plata
en su cesto se han metido.

Con cuánta ternura los prende
para ponerlos en su enagua
y llevarlos con otros peces
que nadan dentro del agua.

Los peces saltan que saltan
están tan agradecidos
que quieren llegar a su cara
y calentar sus labios fríos.
Qué dulzura hay en su cara
cuando en sus manos los coge
y al oído les susurra
vengo a visitaros esta noche.

De júbilo saltan de nuevo
a esas corrientes heladas
tienen por fin ese consuelo
de tener una amiga encantada.

Y encantado por sus sueños
los peces están sonriendo
no quieren que pase mas tiempo
y a su casa van corriendo.



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