FUNERAL BLUES.-Wystan Hugh Auden, poema


Parad todos los relojes, cortad los teléfonos,
Impedid, con un jugoso hueso, que el perro ladre,
Callad los pianos y, con un apagado tamborileo,
Mostrad el ataúd, dejad que las plañideras se acerquen.

Que los aviones hagan círculos, gimoteando, sobre nosotros,
Garabateando por el cielo el mensaje: Ha muerto,
Poned crespones en los cuellos blancos de las palomas,
Dejad que los guardias de tráfico porten guantes de algodón negros.

El fue mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
Mi semana de trabajo y mi descanso de domingo,
Mi amanecer, mi medianoche, mi voz, mi canción;

Pensaba que el amor duraría siempre: estaba equivocado.
No se desean ahora estrellas: apagadlas una a una;
Olvidaos de la luna y desmantelad el sol;
Lejos verted el océano y barred el bosque.
Pues ahora de ninguna manera pueden traer nada bueno...

Está considerado como uno de los más grandes escritores del siglo XX, y ha sido en lengua inglesa equiparado con Yeats y T.S. Eliot. Fue premiado con el Bollingen Prize y el National Book Award.

Asimismo, fue un ensayista de primera fila, como el propio T.S. Eliot. Destacan sus estudios sobre Shakespeare, pero también los escritos sobre escritores y músicos como Goethe, Virginia Woolf, Valéry, Wilde, Cavafis, Hofmannsthal, Wagner y Verdi.

La Academia Sueca consideró candidato al Premio Nobel de Literatura a Auden en 1963, cuando fue parte de una lista junto con el irlandés Samuel Beckett, el japonés Yukio Mishima, el chileno Pablo Neruda, el danés Aksel Sandemose y el griego Giorgos Seferis. Luego, formó la terna final junto con Neruda y Seferis, a quien finalmente le fue concedido. Para saber mas pulse aquí.

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