No se que hago ni recuerdo.

¿Es el escribir mi senda y destino,
o tan sólo es, afán de mi contienda?
por tratar de que alguno bien entienda
que es más que mi locura y desatino.

Es como el surco que hace el campesino
y de su trabajo y grano, él dependa
cuando tierra no es suya y otro arrienda
el pan del que come, entre flor y espino.

¿Qué es la poesía,? sino el indicio
de un orate, para llegar a cuerdo,
cayendo en un abismal precipicio?.

Si en el afán de buscar, yo me pierdo
en un devenir de palabra y juicio,
cuando no sé, lo que hago, ni recuerdo.


C.Róman 
(© Derechos Reservados)

Frente a mi tumba, poema de amor

No quiero colchón de plumas
si tu no estás a mi lado
yo quiero una fría tumba
en un prado desolado.

Y de la vida no quiero
oro que mi cuerpo cubra,
en este momento prefiero
ser pobre bajo tu sombra.

Ya celebramos a los muertos
y muerto quiero quedarme
viviendo en tu piel muy dentro
para siempre acariciarte.
Que tu eres la viva llama
y sin tu llama no quiero
vivir en una agonía
porque sin tu llama muero.

En esas tumbas de muertos
aunque muerto estoy viviendo
adorna tu mis sentimientos
por lo que te estoy queriendo.

Y si de verdad me muero
no te quedes sollozando,
mira hacia el cielo el lucero
que por ti estará rezando.
















Felices fiestas crayolita

Depredadores del alma, reflexión.

Que difícil es enfrentarse a ese enjambre de depredadores que como pequeños escarabajos carnívoros convierten en una pulpa informe el cerebro anulando su capacidad de raciocinio. Llega después de una plácida temporada donde tu vida transcurre con la felicidad y la tranquilidad propia de un ser carente de pecados y culpas...

Y allí los encuentras de nuevo con ese ruido infernal que producen mientras te devoran intentando por todos los medios instalarse definitivamente en tu alma. Recurres a todas tus armas, recordando otras invasiones y como le hiciste frente...ya no te sirve la excusa de que tus pecados eran producto de una situación transitoria, te reafirmas en que eres una buena persona y no te sirve, los escarabajos siguen con su festín y tu cerebro se resiente cada vez más...

Yo entiendo porque pasa eso, mi conciencia me atormenta y pido al que no tiene nombre que me ayude haciendome un hombre sin sentimientos para no sufrir de mi propia culpa. El es autónomo y no me escucha, quizá porque quiere castigarme para que purgue mis fracasos, mi incompatibilidad para vivir y todos los errores cometidos...intento zambullir mi mente en el pozo oscuro de la insensibilidad, pero ella también es autónoma y libre y sale siempre a flote para seguir castigandome.

Consigo como en otras ocasiones hacer un receso en mis pensamientos para analizar eso que estoy pidiendo, no tener recuerdos, sentimientos ni conciencia y entonces es cuando más real me viene a la vida lo que eso supone...ser un conjunto de huesos y carne carente de empatía, sin posibilidad para amar, un ser robotizado que come y duerme, quizás mas tranquilo, pero mas deshumanizado...

La mente me hace recordar, que el estado por el que paso es solo transitorio, si ya he pasado varias veces por la misma estación y mi vida ha seguido su viaje hasta la proxima, no puedo parar el tren si aún le queda mucha energía a mi maquina. Tengo que seguir adelante alegrandome del dolor que me produce los errores y los recuerdos porque es una forma de sentirse vivo, la incapacidad de autocrítica solo nos lleva a sentimientos caóticos que nos impide crecer.

Quiero sufrir con mis recuerdos, pero viviendo un presente pleno para poder disfrutar de la maravillosa sensación de sentir amor por los demás, respeto por la vida y el sufrimiento ajeno y propio, impidiendo el paso a los depredadores de mi alma...

Poema A Elena de Edgar Allan Poe


Todo, todo, todo cambia.
De la luna la luz límpida
la luz de perla se apaga.
El perfume de las rosas
muere en las dormidas auras.
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa…

Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
Tus dos ojos donde arde tu alma
Y sólo veo entre sombras
aquellos ojos brillantes,
¡oh mi amada! Todo, todo, todo cambia.

De la luna la luz límpida
la luz de perla se apaga.
El perfume de las rosas
muere en las dormidas auras.
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa…

Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
Tus dos ojos donde arde tu alma
Y sólo veo entre sombras
aquellos ojos brillantes,
oh mi amada...

Qué tristezas irreales,
qué tristezas extrahumanas
La luz tibia de esos ojos
leyendas de amor relata.
Qué misteriosos dolores,
qué sublimes esperanzas,
qué mudas renunciaciones
expresan aquellos ojos
que en la sombra
fijan en mí su mirada.

Noche oscura. Ya Diana
entre turbios nubarrones, lentamente,
hundió la faz plateada y tú sola
en medio de la avenida, te deslizas
irreal, mística y blanca,
te deslizas y te alejas incorpórea
cual fantasma…

Sólo flotan tus miradas.
Toda de blanco vestida, toda blanca,
sobre un ramo de violetas reclinada
te veía y a las rosas moribundas
y a ti, una luz tenue y diáfana
muy suavemente alumbraba,
luz de perla diluida
en un éter de suspiros
y de evaporadas lágrimas.

¿Qué hado extraño
¿fue ventura? ¿fue desgracia?
me condujo aquella noche
hasta el parque de las rosas
que exhalaban
los suspiros perfumados
de sus almas?

Ni una hoja susurraba
no se oía una pisada
todo mudo, todo en sueños,
menos tú y yo cuál me agito
al unir las dos palabras
menos tú y yo…De repente
todo cambia.
Oh, el parque de los misterios
Oh, la región encantada...

Sólo tus ojos perennes,
tus ojos de honda mirada
fijos quedan en mi alma.

A través de los espacios
 y los tiempos, marcan,
marcan mi sendero y no me dejan
cual me dejó la esperanza…
Van siguiéndome, siguiéndome
como dos estrellas cándidas;
cual fijas estrellas dobles
en los cielos apareadas
en la noche solitaria.

Ellos solos purifican
mi alma toda con sus rayos
y mi corazón abrasan,
y me prosterno ante ellos
con adoración extática,
y en el día no se ocultan
cual se ocultó mi esperanza.

De todas partes me siguen
mirándome fijamente
con sus místicas miradas….
Misteriosas, divinales
me persiguen sus miradas
como dos estrellas fijas…
como dos estrellas tristes,
¡como dos estrellas blancas...


Te vi a punto.
Era una noche de julio,
noche tibia y perfumada,
noche diáfana…
De la luna plena límpida,
límpida como tu alma, descendían
sobre el parque adormecido
gráciles velos de plata.
Ni una ráfaga
el infinito silencio
y la quietud perturbaban
en el parque…

Evaporaban las rosas
los perfumes de sus almas
para que los recogieras
en aquella noche mágica;
para que tú los gozases
su último aliento exhalaban
como en una muerte dulce,
como en una muerte lánguida,
y era una selva encantada,
y era una noche divina
llena de místicos sueños
y claridades fantásticas.

Todo, todo, todo cambia.
De la luna la luz límpida
la luz de perla se apaga.
El perfume de las rosas
muere en las dormidas auras.
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa…
Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.

¡Tus dos ojos donde arde tu alma!
Y sólo veo entre sombras
aquellos ojos brillantes,
¡oh mi amada! Todo, todo,
todo cambia.

De la luna la luz límpida
la luz de perla se apaga.
El perfume de las rosas
muere en las dormidas auras.
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa…

Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
¡Tus dos ojos donde arde tu alma!
Y sólo veo entre sombras
aquellos ojos brillantes,
¡oh mi amada!

¿Qué tristezas irreales,
qué tristezas extrahumanas!
La luz tibia de esos ojos
leyendas de amor relata.
¡Qué misteriosos dolores,
qué sublimes esperanzas,
qué mudas renunciaciones
expresan aquellos ojos
que en la sombra
fijan en mí su mirada!

Noche oscura. Ya Diana
entre turbios nubarrones, lentamente,
hundió la faz plateada, y tú sola
en medio de la avenida, te deslizas
irreal, mística y blanca,
te deslizas y te alejas incorpórea
cual fantasma…
Sólo flotan tus miradas.
Sólo tus ojos perennes,
tus ojos de honda mirada
fijos quedan en mi alma...

A través de los espacios y los tiempos,
marcan, marcan mi sendero
y no me dejan
cual me dejó la esperanza…
Van siguiéndome, siguiéndome
como dos estrellas cándidas;
cual fijas estrellas dobles
en los cielos apareadas
en la noche solitaria.

Ellos solos purifican
mi alma toda con sus rayos
y mi corazón abrasan,
y me prosterno ante ellos
con adoración extática,
y en el día no se ocultan
cual se ocultó mi esperanza.

De todas partes me siguen
mirándome fijamente
con sus místicas miradas….
Misteriosas, divinales
me persiguen sus miradas
como dos estrellas fijas…
como dos estrellas tristes,
como dos estrellas blancas...


















































































































Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia ficción. Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias...Para saber más pulse aquí.
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