No hay frontera. Una caja.


No hay frontera

No creas que no te quiere. No creas que aunque no te quiera te engaña. Estás tranquila y te viene a la mente una idea absurda que te envuelve como una niebla. Al cruzar la calle y verte en la misma acera que estabas, te extrañas.

Una caja

En un rincón había una caja llena de pétalos de rosa secos. Parecía inservible al hombre que la olvidaba en el trastero, pero cuando puso las manos sobre ella, el amor germinó y empapó las células de su piel, se introdujo en las células de su interior e hizo hervir el líquido que contenían; el vapor reconoció la esencia, se acercó a sus labios y besó su cuerpo a la luz de la luna.


Eres la salvaje pasión de mi cuerpo...

Eres la salvaje pasión de mi cuerpo
y eres el bálsamo que tranquiliza mi alma
eres mi furia, eres como un terremoto
que me produces temblores y me dejas en calma.

Eres la tormenta que mis ojos empañan
de esas lagrimas furtiva que se escapan por ti
cuando tan triste y solo me siento en la mañana
y pienso que sin tus besos me puedo morir.

Eres ese abrigo de mis sentimientos
que quitas el frío de mi soledad
me refugio en tus brazos con tierno anhelo
cuando abrazado a tu pecho me sabes amar.
Y eres la mujer de mis pesadillas
cuando solo en mi cuarto me excitan las ganas
y recorro mi cuerpo con suaves caricias
mirando hacia el horizonte desde mi cama...

Tu eres esa mujer que en mi pecho vive
y desnudas mi cuerpo y mi alma
y desnudo sobre tu piel mis besos recibes
hasta que amanecemos rendidos en la mañana.

Quizás así imagino que pronto vendrás
a retozar en mí lecho con toda pasión
que calmes mis ansias y las ganas de amar
hasta dejarme rendido el corazón...

Eso eres crayolita




















Sonetos, A Flerida, La mañana

 A Flerida

Si es dulce ver en el glorioso estío
Ceñida el alba de purpúreas flores,
Y entre blancas arenas y verdores
Con manso curso deslizarse el río;

Si es dulce al inocente pecho mío
Atisbar de las aves los amores,
Cuando tiernas modulan sus ardores
En la plácida paz del bosque umbrío;

Si es dulce ver cual cobran estos prados
Fresco verdor en la estación florida,
Y al cielo y mar profundo serenados,

Más dulce es verte, Flérida querida,
Darme en tus negros ojos desmayados
Muerte de amor, más grata que la vida.
La mañana

Ya se va de los astros apagando
El trémulo esplendor. Feliz aurora
En las aves despierta voz canora
Y en Oriente sereno va rayando.

Con purpúreos colores anunciando
Al ya próximo sol, las nubes dora,
Que en rocío disueltas, van ahora
Las hierbas y las flores argentando.

Ven, mañana gentil, la sombra fría
Disipen tus albores, y de Elpino
El triste pecho colma de alegría.

Pues a pesar de bárbaro destino
Más bello sol darale aqueste día
De dos ojuelos el fulgor divino.





















José María Heredia y Heredia, también conocido como José María Heredia y Campuzano (Santiago de Cuba, 31 de diciembre de 1803; † Ciudad de México, 7 de mayo de 1839) fue un poeta nacido en Cuba considerado como el primer poeta romántico de América...Para saber más pulse aquí.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...