Tu nombre y A tus manos, sonetos

Tu nombre

Mariposa de amor que sin capullo
en una paradoja vas volando,
alguna vez será, no sé ni cuándo,
que partiré tan lejos de lo tuyo.

Esclavo del destino donde bullo,
no voy a su escritura adelantando,
pero si en esta vida andando ando,
alguna vez me detendré, lo intuyo.

Y moriré tan lejos de tu vida,
¡Ay, qué distancia y cuánta lejanía
que ni siquiera exista despedida!

Y sin embargo, cuando llegue el día,
aunque estés de mi vera ya tan ida,
tu nombre lo tendré en la boca mía.
A tus manos

El hombro que te sirve de almohadilla,
y horizontes que ocultan mis arcanos
para escurrir sobre mi piel tus manos
desde el pecho bajando a la rodilla.

Tu tacto tan sutil, qué maravilla;
tus dedos a mi todo, qué cercanos;
vehemencia en mis antojos tan humanos
y un suspiro que va en su tonadilla.

Eruptivo volcán que todo arrasa
con el fragor de bárbaro entusiasmo
de una lava, de fuego, de una brasa.

Y en su sonrisa, con brutal sarcasmo,
- paradoja después que todo pasa
sólo queda el remanso pos-orgasmo.





















Una recuperación modernista es el “sonetillo”, soneto de arte menor, que tiene precedentes en el Siglo de Oro y en el Neoclasicismo (Tomás de Iriarte, por ejemplo, usa en algunas de sus fábulas un soneto en octosílabos)...Para saber más pulse aquí.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...