Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente querer y amar,
y si es cierto que yo te amo y tú me quieres.
Amar y querer se igualan cuando se ponen parejos
Pero es que no da lo mismo…
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte, y querer, hasta el olvido.
Dile al que te cuenta historias que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.
Querer no es amar.
Amando hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo como al hijo del esposo.
No; amar es amar, y amar es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios, y como a Dios, a uno solo.
¿Amar y querer? Parece que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.
Dicen que amar no hace daño donde querer deja huella.
Si querer es con la uña donde amar es con la yema.
Querer es lo del deseo y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones, amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo y amando se tiene un hijos.
Amar es con luz prendida; querer, con la luz apagada;
en amar hay un desfile; en querer una batalla;
Luego querer no es amar; querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz.
Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.
Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.
Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar;
es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;
es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si Ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;
es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;
es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida;
es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.
Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.
Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.
No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.
Por eso, el estarte amando,
Si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando.
y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
on otro querer me inventas.
Pero allí no se detiene
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.
Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"
que nadie te quite el vino,
la limosna del camino;
que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.
Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
suspirar a los talleres,
y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino;
y sí el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicio humanos
en comisión de justicia.
Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.
Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.
Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.
de web
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