Campesino Andaluz.-Poemas Lorquianos octosílabos.

Cautivo cuerpo andaluz,
libre por cielos abiertos.
Guitarra, olivar y rosa
conocen de tus lamentos.

Dolor, carne campesina,
olor albahaca y besos.
De tu piel sabe la aurora...
quemazón de sol y viento,
quebranto de tierra y huesos.

Tu boca sabe aguardiente,
de alfajor, canela y sexo,
y con la noche el arpegio
prende copla,luna, verso.

Te ofreces y bienamado
a tan divino alimento
porque el amor es contagio,
tambor que suena en tu pecho.

Vuelas raudo, pensativo
como alondra al nuevo día,
llanto y canto sensitivo.
¡Tu libertad, por derecho!

C. Román
.( © Derechos Reservados )

Ayer, al anochecer. Víctor Hugo

Las sombras descendían, los pájaros callaban,
la luna desplegaba su nacarado olán.
La noche era de oro, los astros nos miraban
y el viento nos traía la esencia del galán.

El cielo azul tenía cambiantes de topacio,
la tierra oscura cabello de bálsamo sutil;
tus ojos más destellos que todo aquel espacio,
tu juventud más ámbar que todo aquel abril.

Aquella era la hora solemne en que me inspiro,
en que del alma brota el cántico nupcial,
el cántico inefable del beso y del suspiro,
el cántico más dulce, del idilio triunfal.

De súbito atraído quizá por una estrella,
volviste al éter puro tu rostro soñador...
Y dije a los luceros: verted el cielo en ella
y dije a tus pupilas: verted en mí el amor.



Sus opiniones, a la vez morales y políticas y su obra excepcional, le convirtieron en un personaje emblemático a quien la Tercera República honró a su muerte con un funeral de Estado, celebrado el 1 de junio de 1885 y al que asistieron más de dos millones de personas y con la inhumación de sus restos en el Panteón de París...Para saber más pulse aquí.

Quiero mirarte desnuda...

Quiero mirarte desnuda
con una copa en la mano
y poder beber mi amada
de tus labios soberanos.

Y estremecer mis sentidos
cuando mis dedos te rocen
y en esa copa de vino
mi boca por fin se pose.

Mis manos serán tus caricias
viajando por tu piel hermosa
donde tu vientre es delicia
tan bella como las rosas.

Déjame que ahora beba
a sorbos sobre la copa
y que esas gotas pueda
verterlas sobre tu boca.

Vamos a ese camarote
por donde viajas en los mares
que quiero con besos amarte
y con mi corazón, acariciarte.

 

Cuando miras a un viejito, ¿Que ves?...tan duro como la vida.

Hoy mi entrada es muy diferente porque la saco de un caso real que me ha conmovido el alma y me hizo llorar...

Tras morir este hombre en la residencia, las enfermeras encuentran algo que cambia sus vidas...
Miles de ancianos esperan a diario la visita o llamada de sus familiares en las residencias. Pero a menudo sus corazoncitos cansados de latir sufren una gran decepción al final de sus vidas. Cuando un hombre al que las enfermeras únicamente ven como a un cascarrabias muere, estas se disponen a limpiar su cuarto. Allí encuentran algo que les arrancará lágrimas de amarga emoción.

Entre las pertenencias del paciente, recuerdos de toda una vida, encuentran este poema...
¿Qué veis vosotras, enfermeras? ¿Qué veis? ¿Qué pensáis cuando me veis? Un viejo cascarrabias, no muy listo. Con hábitos extraños y mirada distante. Al que la comida le cae por la comisura de los labios y nunca responde. Al que decís en alto: „Al menos podría intentarlo“. Que parece no darse cuenta de las cosas que hacéis. Y que siempre pierde algo. ¿Un calcetín o un zapato? Que, oponiendo resistencia o sin oponerla, os deja hacer. Que ocupa sus largos días con el baño o la comida. ¿Es eso lo que pensáis? ¿Es eso lo que veis? Pues entonces abrid los ojos, enfermeras, vosotras no me veis. Os diré quién soy, ahora que estoy sentado haciendo lo que me decís y comiendo cuando me pedís: Soy un niño de 10 años, con padre y madre, hermanos y hermanas, que se quieren. Un chico de 16 con alas en los pies, que sueña con encontrar pronto el amor. Un novio con 20, al que el corazón le brinca. Que recuerda los votos que prometió cumplir. Que con 25 ya tiene sus propios niños, A los que ha de guiar y dar un seguro hogar
Un hombre con 30, cuyos hijos crecen rápido. Unidos los unos a los otros con lazos que han de durar. Con 40, mis jóvenes hijos han crecido y se han ido. Pero mi mujer está conmigo para ver que no entristezco. Con 50 vuelven a jugar bebés en mi regazo. Volvemos a conocer a niños, mi amor y yo. Días oscuros sobre mí, mi mujer ha muerto. Miro al futuro y me estremezco. Mis hijos tienen sus propios hijos. Y pienso en los años y en el amor que conocí. Yo soy ahora un viejo. La naturaleza es terrible. Me río de mi edad como un idiota. Mi cuerpo se viene abajo. Gracia y fuerza se despiden. Ahora solo queda una piedra, donde latía un corazón. Pero en esta vieja carcasa aún vive un hombre joven. Y mi maltrecho corazón se hincha. Me acuerdo de las alegrías, me acuerdo de las penas. Y vivo y amo, todos los días. Pienso en los años, tan pocos y que se fueron tan rápido. Acepto el hecho de que nada puede quedar. Así que abrid los ojos. Abridlos y mirad. Nada de viejo cascarrabias. Mirad más de cerca. ¡Vedme a MÍ!
No asumas que el viejito de tu lado ya no ve nada. Él vive y siente como tú. En cada uno de nosotros late un corazón que se mantiene joven aunque el cuerpo se estropee...No esperes a que se vayan para hacer algo...


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...