
esperando que se ahogaran
y los peces entristecidos
ante mis penas lloraban...
Les pedí que las llevaran
por el río hasta tus mares
por ver si se disipaban
mis angustias y mis pesares.
Cruzaron lagos y lagunas
riachuelos y manantiales
hasta llegar donde habita
esta fuente de mis males.
Al llegar junto a tu alma
tu alma entera lloró
al ver cuanto yo te amaba
y mi llanto se secó...
La angustia de esta distancia
se llegó a disipar
al comprobar en tu angustia
que me amabas de verdad...
Ángel Reyes Burgos