Aprende del rosal,

¿ Estás triste hermano hoy ?
¿ Qué guarda tu corazón
Penas por un amor perdido
Dolor por una ilusión?
¿ O alguna herida sangrante
que el tiempo gris la incrustó?

Déja las penas hermano
¿No ves que el día no murió,
ni la rosa se marchita
ni el sol desapareció?

Déja las penas hermano...
No hay lugar para el dolor,
hay que sembrar en los campos
y escribirle al corazón,
en letras de fino encaje
y hacer nacer el amor.

Ay! ... hermano... no te rindas
aprende de aquel rosal,
que el viento furioso ataca
más no deja de brotar.

Y a pesar de las tormentas
más se esfuerza por brillar.
Peléale a la vida hermano
no te doblegues jamás.

Porque aún queda un verso tuyo
esperando despertar.
Que a ti... 
Que a ti... Te acaricie el alma
y al mundo...
Y al mundo... Lo haga soñar.

María Inés Pascuccio.




Más allá del amor, Octavio Paz

Todo nos amenaza...
el tiempo, que en vivientes fragmentos divide,
al que fui,  del que seré,
como el machete a la culebra,
la conciencia, la transparencia traspasada,
la mirada ciega de mirarse mirar,
las palabras, guantes grises,
polvo mental sobre la yerba, el agua, la piel,
nuestros nombres, que entre tú y yo se levantan,
murallas de vacío que ninguna trompeta derrumba.

Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas, 
ni el delirio y su espuma profética, 
ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan. 

Más allá de nosotros, 
en las fronteras del ser y el estar, 
una vida más vida nos reclama. 

Afuera la noche respira, se extiende, 
llena de grandes hojas calientes, 
de espejos que combaten, 
frutos, garras, ojos, follajes, 
espaldas que relucen, 
cuerpos que se abren paso entre otros cuerpos. 

Tiéndete aquí a la orilla de tanta espuma, 
de tanta vida que se ignora y se entrega, 
tú también perteneces a la noche. 

Extiéndete, blancura que respira, 
late, oh estrella repartida, copa,
pan que inclinas la balanza del lado de la aurora, 
pausa de sangre entre este tiempo y otro sin medida.

He pensado que pensaba

He pensado que pensaba 
Que te tenía conmigo 
Te pienso tanto de día 
Que de noche estoy rendido. 

He pensado que pensaba 
Con tu sexo en las mañanas
Y que contigo yo dormía
Abrazadito en tu cama.

He pensado que pensaba 
Entre las nubes volar 
Y que había un paraíso 
Donde poderte yo amar.

He pensado que pensaba 
Que tu eras para mi 
Y que mi amor encendía 
Tus llamas de amor por mí. 

He pensado que pensaba 
Que paseaba  junto a ti 
Siempre juntos y apretados 
Besándonos con frenesí. 
He pensado que pensaba 
Que las rosas florecían 
Porque estabas junto a mí
Cuando nuestros orgasmos llegaban
Bajo el cielo azul turquí. 

He pensado que pensaba 
Que te entregabas a mí 
Y que yo era en este mundo 
Entre los hombres el más feliz.

He pensado que pensaba 
Que mi miembro tu absorbías
Y que siempre lo tendrías  
Metido dentro de ti. 

He pensado que pensaba 
Que la vida sueño es 
Y que soñando contigo... 
Yo moriré de placer.

Robert Hernán

FARSANTE DE MIL ROSTROS


Existe gente muy vacía
que esta llena de complejos
se creen seres superiores
intelectuales pendejos
no se dan cuenta que sus traumas
solo es su propio reflejo.

Son personas que aunque estudien
siguen siendo ignorantes
les encanta criticar
y no atreven a mirarse
sus frustraciones internas
que los hacen delatarse.

Carecen de personalidad
son por demas inestables
no dan la cara de frente
para evitar que lo agarren
y hasta se cambian el nombre
mostrando que son cobarde.


Si hoy se llaman ''tinieblas''
mañana seran centellas
despues se llamaran ''neron''
luego ''pedro picapiedra''
pero aunque tengan mil rostros
siempre se les ve el pegao,
el bacalao se conoce
aunque venga disfrazado.
  
Y cito un verso llanero
para que se pongan serios
aprendan a respetar
y esperando que lo lean..
Yo soy como el espinito
que en la sabana florea
que doy aroma al que pasa
y espino al que me menea.


 longina

Ernesto Sabato, Pensamientos

Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte.
Ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás.
Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido.
En el pensamiento y en el arte son abominables.
El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria.
Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse.

¿Qué se puede hacer en ochenta años? Probablemente, empezar a darse cuenta de cómo habría que vivir y cuáles son las tres o cuatro cosas que valen la pena». (Uno y el universo)

Habrá siempre un hombre tal que, aunque su casa se derrumbe, estará preocupado por el Universo. Habrá siempre una mujer tal que, aunque el Universo se derrumbe, estará preocupada por su hogar». (Uno y el universo)
El presente engendra el pasado». (Uno y el universo)
El oficio en el arte, consiste en que no se lo advierta». (Uno y el universo)
¿O será uno de esos seres solitarios y a la vez temerosos que sólo resisten la soledad con la ayuda de ese gran enemigo de los fantasmas, reales o imaginarios, que es la luz?». (Sobre héroes y tumbas)

Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano». (Antes del fin)

Todo hace pensar que la Tierra va en camino de transformarse en un desierto superpoblado...
 Este paisaje fúnebre y desafortunado es obra de esa clase de gente que se habrá reído de los pobres diablos que desde hace tantos años lo veníamos advirtiendo, aduciendo que eran fábulas típicas de escritores, de poetas fantasiosos». (Antes del fin)
Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa». (Ensayo La Resistencia).

Lagrimas ciegas, Juanmaromo

He sentido el dolor horadarme 
como un río de lava 
y dejarme un vacío infinito 
en medio del alma 
un dolor inclemente, asesino 
que todo lo arrasa 
y que deja un erial calcinado 
allá donde pasa.

Regaré con mis lágrimas ciegas 
el ánima yerta, 
sembrare nuevas flores de amor 
en la tierra desierta 
y otra vez brotarán olorosas 
fragantes y frescas 
y ese inmenso vacío lo irán repoblando 
mariposas , gorriones jilgueros 
ardillas, abejas 
beso a beso ire construyendo 
una nueva morada 
donde pueda tenerte en mis brazos 
a mi confiada 

Llenaré nuestra casa de flores 
recién cosechadas 
sembrare nuestro lecho de amor 
con las rosas mas grana 
y abrazado y perdido en tu cuerpo 
y fundido en tu alma 
volveré a renacer como Fenix 
prendido en tus alas.



A Colombia, Julio Florez Rea

Golpea el mar el casco del navío
que me aleja de ti, patria adorada.
Es medianoche; el cielo está sombrío;
negra la inmensidad alborotada.

Desde la yerta proa, la mirada
hundo en las grandes sombras del vacío;
mis húmedas pupilas no ven nada.
Qué ardiente el aire; el corazón qué frío.

Y pienso, oh patria, en tu aflicción, y pienso
en que ya no he de verte. Y un gemido
profundo exhalo entre el negror inmenso.

Un marino despierta... se incorpora...
aguza en las tinieblas el oído
y oigo que dice a media voz ¿Quién llora?

La caricia perdida, Alfonsina Storni

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos ... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?
              
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida rodará... rodará...
              
Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va,
              
si no ves esa mano ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de llamar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida ¿me reconocerás?

Amo amor, Gabriela Mistral


Anda libre en el surco, bate el ala en el viento, 
late vivo en el sol y se prende al pinar. 
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento: 
¡le tendrás que escuchar! 

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave, 
ruegos tímidos, imperativos de mar. 
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave: 
¡lo tendrás que hospedar! 

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas. 
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar. 
No te vale decirle que albergarlo rehúsas: 
¡lo tendrás que hospedar! 

Tiene argucias sutiles en la réplica fina, 
argumentos de sabio, pero en voz de mujer. 
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina: 
¡le tendrás que creer! 

Te echa venda de lino; tú la venda toleras. 
Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir. 
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras 
¡que eso para en morir!

Si quieres poseerme

Si quieres poseerme, puedes penetrar en mi alma
y extraer de ella los más grandes anhelos
y hacerla compañera de tu alma?

 Si quieres poseerme, puedes penetrar en mis sueños
y cumplirlos hasta el más pequeño?.

Si quieres poseerme, puedes penetrar en mi historia
y con tu historia formar un equilibrio,
donde el amor tenga pasado y presente
 y que ellos busquen juntos el futuro
donde el amor sea el único precedente.

Si quieres poseerme, amalgama tu vida con la mía
y seremos:  un alma un sueño y una historia.

Si puedes hacerlo, seré tuya para siempre.


Silvi (lanegra rodriguez)

Geografia sexual, Francisco Alvarez

Recorro tu mórbida superficie
con mis manos dibujo las caricias
que despacio enervan a tus ansias
y mi lengua recorre tu planicie.

Todo lo abarcan...curvas y volcanes
monte de Venus,depresión húmeda
gimes...gozas...espasmo que te rueda
movimientos que encienden los afanes.

Mi Fiordo en tu bahía se introduce
Península que en Golfo se acomoda
temblor de tierra...pronto se produce.

Es fuerte el movimiento vibratorio
con Tsunami que moja y que te induce
¡A vivir! Paraíso y purgatorio.

Soy, Jorge Luis Borges


Soy el que sabe que no es menos vano 
que el vano observador que en el espejo 
de silencio y cristal sigue el reflejo 
o el cuerpo, da lo mismo, del hermano. 

Soy, tácitos amigos, el que sabe 
que no hay otra venganza que el olvido 
ni otro perdón. Un dios ha concedido 
al odio humano esta curiosa llave. 

Soy el que pese a tan ilustres modos 
de errar, no ha descifrado el laberinto 
singular y plural, arduo y distinto, 
del tiempo, que es uno y es de todos.

Soy el que es nadie, el que no fue una espada 
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.

Efímero, reflexión


Si pudiésemos tener consciencia de lo efímera de nuestra vida,  tal vez pensaríamos  dos veces antes de ignorar  las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices.
Muchas flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. Hay semillas que nunca brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento.
Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros.
Nos entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso.

Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.
No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón  porque algo en nosotros impide esa aproximación.
No damos un beso cariñoso “porque no estamos acostumbrados a eso” y no decimos lo que nos gusta porque pensamos que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.
Y pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece, y  continuamos siendo los mismos. Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente.
Cobramos. A los otros. A la vida. A nosotros mismos.
Y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.

Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos? Eso haría una gran diferencia!
Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos. Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa.
Hasta que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás. Y entonces nos preguntamos: Y ahora?
Ahora, hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar un abrazo amigo; de decir una palabra cariñosa; de agradecer por lo que tenemos.
Nunca se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra gentil, para hacer un cariño.
No mires para atrás. Lo que pasó, pasó. Lo que perdimos,  perdimos. Mira hacia adelante!
Todavía hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor.

Todavía  hay  tiempo de  agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros.
Escuchar aquí la reflexión

Dónde estás, corazón…

¿Dónde estás, amor querido,
que te busco y no te encuentro?

¿Por dónde te has escondido
para no dejarte ver?
¿Olvidaste del ayer
el encendido calor,
con caricias del amor
que incitaban el placer?

 Tus ansias me trajo el viento
pero el viento no ha parado,
¿dónde tu amor ha quedado
que niega toda razón?

Una angustia, el tormento,
remueven esta pasión:
ruégote, por compasión,
concédeme ese momento
 feliz que me trajo el viento
de encontrar tu corazón.

 Félix Abad Sánchez

Estás en mi, estoy en ti...

Con la mínima brisa me estremece
la esencia de tu cuerpo en la distancia,
más que melancolía cruel y rancia,
tu nombre es alegría que aparece.

Estás en la mañana que se mece
entre rayos del sol con arrogancia
y en el silbo del viento y su constancia.
en cada hora del día que decrece,
convives con mis versos y mis cosas.

Un aletear de suaves mariposas
me trae tu mirada con dulzura,
y en mi sueño de lunas en desvelo,
(con ofrenda de estrellas a tu pelo) 
me cobijo en  tu imagen de ternura.

Derechos reservados por  Ruben Maldonado.

(Safe Creative Certificado Propiedad Intelectual 1107139672197)

Canción a la vida profunda, Porfirio Barba

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonríe.
La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar.

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en abril el campo, que tiembla de pasión:
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
como la entraña obscura de oscuro pedernal:
la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas,
en rútiles monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos...
(¡niñez en el crepúsculo! ¡Lagunas de zafir!)
que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
y hasta las propias penas nos hacen sonreír.

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches lúgubres el llanto del pinar.
El alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.

Mas hay también ¡Oh Tierra! un día... un día... un día...
en que levamos anclas para jamás volver...
Un día en que discurren vientos ineluctables
¡un día en que ya nadie nos puede retener!


Ángela adónica, Pablo Neruda

Hoy me he tendido junto a una joven pura
como a la orilla de un océano blanco,
como en el centro de una ardiente estrella
de lento espacio.

De su mirada largamente verde
la luz caía como un agua seca,
en transparentes y profundos círculos
de fresca fuerza.

Su pecho como un fuego de dos llamas
ardía en dos regiones levantado,
y en doble río llegaba a sus pies,
grandes y claros.

Un clima de oro maduraba apenas
las diurnas longitudes de su cuerpo
llenándolo de frutas extendidas 
y oculto fuego.

Intacta...

Al verla recordé que el tiempo no estaba detenido
Y que con la juventud, nunca nadie pacta…
La lozanía de su piel ya se había perdido,
Pero su manera de mirarme, seguía intacta.

Su mano muy temblorosa se extendía
Y aunque seguía siendo una caricia tersa,
Logrando de hecho alcanzar la mía,
Ya no lo hacía con la misma fuerza.

Me hablaba de sus muchas vivencias,
Las tantas que tuvo después de mí…
Se reía a veces de algunas coincidencias
Que le recordaron el día en que la conocí.

Al dejar que me contara en detalle,
Me hizo un resumen de nuestra historia,
No recordaba una que otra calle,
Pero aún seguía intacta su memoria.

Se le escapaban detalles pequeños,
Pero era a la vez contando minuciosa,
Me hablaba de cada uno de sus sueños
Cuando aún se sentía joven y hermosa.

Se sabía la letra de muchas canciones,
De algunas que incluso nos marcaron.
Hizo referencia a tantas emociones
Que en su alma, ocultas se quedaron.

Me habló del hijo que nunca tuvimos
Y que tanto ambos habíamos deseado,
Hasta recordó el nombre que elegimos
Y la ropa que le habíamos comprado.

Confesó que ya no se veía en los espejos,
Para no sentir del tiempo sus pasos…
Que no le gustaba imaginarme lejos,
Que extrañaba estar entre mis brazos.

Ya no bailaba como antes lo hacía,
Cuando le gustaba llevar el compás,
Sentir como su cuerpo se mecía
A la derecha, izquierda, adelante y atrás.

Cuando era muy alegre y extrovertida
Y se vestía muy segura de verse bella,
Cuando avanzaba segura por la vida
Y sentía que el universo era de ella.

Le gustaba escuchar que la piropeaban,
Que le dijeran que era mujer de fina estampa,
Aún guardaba las barajas con que jugaban,
Sus amigas y ella, les hacía trampa.

Era veinte años mayor que yo, veinte,
Dos décadas que no tuvieron peso,
Aún sentía la pasión que se siente
Cada vez que vamos a dar un beso.

Su sonrisa indescifrable, enigmática,
Seguía siendo en gran parte abstracta,
Fue tanto el sentir que puso en práctica,
Que su manera de amar estaba intacta.

Me miró sonriente y entonces exclamó
Serena, con una impresionante calma,
No sé contigo dónde habré viajado yo,
Pero tú eres pasajero de mi alma.

Me dijo muy seria, mirándome,
Que en honor a mi sentir de hombre,
Se prometió vivir recordándome
Y morir diciendo mi nombre.


Canto a mi infancia

Nací de una pobre cuna,
pero nada me faltó,
entre sonrisas mi madre,
con  creces ella suplió,
sus carencias materiales,
que cubrió con todo amor.

Juguetes de hojalata,
sandalias de abujerito,
por las suelas se colaban,
piedras como garbancitos,
que a mis chiquitines pies,
causaban un dolor infinito.

Jamás envidie a otro niños,
siempre estaba muy  feliz,
aunque criado entre ellos,
en casa de maternidad,
tener al ladito a mi madre,
me daba felicidad.

Los reyes magos, sus besos,
cumpleaños, sus caricias,
no había mejor homenaje,
que quisiera desear,
 tenerla siempre a mi  lado...
que me vuelviera a besar.

No quiero cunas de reyes,
creciendo en la soledad,
si volviera a  renacer,
mi mayor felicidad...
crecer junto a mi madre
lleno de amor y bondad.



Tu Geografía, Francisco Alvarez

Permíteme explorar tu geografía
y aprender los secretos de tu historia.
Yo te abriré el caudal de mi memoria,
me guardarás en ti, y tú serás mía.

Contemplaré de cerca tu paisaje,
observándolo dulce y lentamente,
y con el gesto alegre y sonriente
aprestaré mi cuerpo para el viaje.

Desataré en mis manos diez corceles
para escalar las cumbres de tus senos.
Cabalgarán sin bridas y sin frenos,
y volverán cargados de laureles.

Se adentrarán en la espesura densa
de tus cabellos ondeando al viento,
y con un galopar raudo y violento
descenderán a la llanura inmensa.

Sus cascos herirán la superficie
de tu vientre desnudo, terso y suave,
y en un trote solemne, firme y grave,
llegarán al confín de la planicie.

Pasarán por tus muslos temblorosos
flotando de sus crines las banderas,
y lanzarán al aire en sus carreras
relinchos estridentes y furiosos.

Yo soltaré las águilas reales
de mis labios en torno a tus montañas,
y rondarán las verdes espadañas
en manso vuelo y suaves espirales.

Y buscarán el nido de tu boca
y las laderas de tu esbelto cuello,
y en su revuelo fulgurante y bello
sentirás su aleteo que te toca.

Sus plumas rozarán tu piel caliente,
despertando en tu cuerpo la agonía
de un más, y un más aún, y un todavía,
y un ansia de alargar este presente.

Libertaré al león que ruge dentro,
y con rítmicos saltos elegantes,
y el poder de un rebaño de elefantes,
se lanzará hacia el misterioso centro.

Irá con furia atávica y salvaje,
buscará la recóndita caverna,
penetrará con fuerza de galerna,
a través de la fronda y el ramaje.

Y tras la caza audaz y agotadora
reposará su cuerpo fatigado,
tendido al interior, aletargado,
pero alerta su mente cazadora.

Permíteme explorar tu geografía
y aprender los secretos de tu historia.
Yo te abriré el caudal de mi memoria,
me guardarás en ti, y tú serás mía.

Contigo en la distancia



Esa paloma blanca me llegó al corazón,
no existirá en el amor más hermoso mensaje
me brotan miles de lágrimas como equipaje
al descubrir que en este sentir ya no hay razón.

Quiero ser hoy y siempre la Diosa de tu ser,
esa que logre con su esencia tu alma besar;
beber de el vino a manos llenas con gran poder
de bajar un reflejo de lluvia por amar.

Agua de tu caña de azúcar será infinita
hasta adentrarse en la roja nube, excelsa y blanda
que moje nuestros sentidos y entonces exista
la romántica melodía de luna en banda.


No voy a ser yo quien apague el sutil destello
de tu besos hoy, tan cálidos en mis mejillas
para abrirle paso así a lo más intenso y bello
de pintar el centro donde por mí, amor, tú brillas.

Pues después de ti, nada es igual o comparable;
te vivo como el ave a su cielo en primavera
siento tu sabor como un bálsamo indispensable,
y sueño con tenerte hasta morir, a mi vera.

Argentina esta llorando a Facundo Cabral

ARGENTINA ESTA LLORANDO
FACUNDO A PARTIDO AL CIELO
EL TROVADOR DE LAS PAMPAS
EL MENSAJERO DEL PUEBLO.

¡¡HAY MI DIOS, QUE MALA HORA!!
PORQUE ME LE HICIERON ESTO??
PORQUE RAZON, PADRE MIO
SI SOLO DABA UN CONCIERTO

ARGENTINA LLORA POR EL
SUS LAGRIMAS RIEGAN  LA TIERRA
LLORA EL POBRE , EL CAMPESINO
ALLA EN LA CHOZA, EN LA SIERRA.

LLORA AMERICA LATINA
SU VOZ AHORA ES IMENSA
SIGUE  TROVANDO FACUNDO
QUE TU CANTO NO SE PIERDA!!



Cuando un amigo se va.

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.

Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.

Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a revelar
el duende manso del vino.

Cuando un amigo se va 
queda un terreno baldío 
que quiere el tiempo llenar 
con las piedras del hastío. 

Cuando un amigo se va 
se queda un árbol caído 
que ya no vuelve a brotar 
porque el viento lo ha vencido. 

Cuando un amigo se va 
queda un espacio vacío 
que no lo puede llenar 
la llegada de otro amigo.

Canta con Alberto Cortez

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 Descansa en paz amigo,
tu que con amor viviste
en esta mis horas tristes
tengo que decirte adiós,
arrancaron tu vida temprano
esas miseras manos
sin corazón ni honor...
A la muerte de Facundo Cabral

Ángel Reyes Burgos



La boca,

Boca que arrastra mi boca, 
boca que me has arrastrado: 
boca que vienes de lejos 
a iluminarme de rayos.

Alba que das a mis noches 
un resplandor rojo y blanco. 
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.

Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos tremendos aletazos.

El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.
Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.

Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado,
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.
Beso que va a un porvenir 
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.

¡Cuánta boca ya enterrada,
sin boca, desenterramos!

Bebo en tu boca por ellos
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos
besos distantes y amargos.

Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

He de volver a besarte,
he de volver. Hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos enamorados.

Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.

Miguel Hernández


Brindis, Jose Angel Buesa


He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.
Y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo:
la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga, cuál ha de ser tu vaso:
si éste, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.

No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor
embriagarse de vino que embriagarse de amor...
Y así mientras tú bebes sonriéndome así,
yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti...

Quédate en silencio


NO, NO ME DIGAS NADA
PERMANECE ASI, CALLADO
DEJA QUE HABLE TU PIEL
DEJA QUE HABLEN TUS MANOS
DEJA FLUIR LO QUE SIENTES
RECORREME PALMO A PALMO

ENTRE TU Y YO SOBRAN LAS PALABRAS
SOLO BASTA CON MIRARNOS
CON UN ROCE, CON UN BESO
CON NUESTRA FORMA DE AMARNOS
QUE EL SILENCIO SE CONVIERTE
EN MELODIAS Y CANTOS.


ME TOCAS, Y PUEDO OIRTE
SIN HABLAR, ME DICES TANTO
TUS JADEOS SON COMO GRITOS
TUS CARICIAS SON MI ENCANTO
QUIERO QUE ME AMES ASI
LENTAMENTE, PASO A PASO

Y MI CUERPO SE ESTREMECE
MI LECHO TE ESTA LLAMANDO
EL FUEGO DE MI AMOR TE CLAMA
MI PASION SE ESTA DESBORDANDO
MEJOR QUEDATE EN SILENCIO
Y SOLO SIGUEME AMANDO.

Hay días como hoy, Marellia


Hay días como hoy que uno se levanta,
con la piel en carne viva y el corazón en llamas
Sensible al sentimiento…...
trémula de rocío en la tristeza de lagrimas
y dan ganas de caminar lentamente los recuerdos..
atrapando en la brisa la nostalgia que hace al alma.
Guardada en besos y caricias,
en risas de otros días , otras madrugadas.
Hay días como hoy que tu recuerdo,
lastima y se duerme en la mortaja,
(de esa caja marrón que hoy te guarda)
y quiero retener quizás, tu cara,
algún gesto , un abrazo, una palabra.
Hay días como hoy que estas presente,
quizás fue que soñé con tu mirada,
o será que en la piel aun conservo
el aroma a tu piel enamorada.
Hay días como hoy, y como siempre .
que me cuelgo en el tiempo,
rasguñando recuerdo  en la distancia,
buscando  encontrar  una respuesta…
Al porque de negarte a la vida tan temprana .
Hay días como hoy, que aun te extraño,
Hay días como hoy, que me haces falta.

Código: 1106149467700

Inquietante pensamiento


Inquietante pensamiento que te enredas
por debajo de la piel, dónde me quemas,
te haces fuego, te haces carne ¡te haces lengua!
recorriéndome de a poco ¡toda entera!

que haces lunas bajo un cielo sin estrellas
con tus ojos ¡esos ojos que me apresan!
me desnudan, me desbocan ¡me penetran!
me hacen suya en la mirada ¡me condenan!

Tú, que atesoras en tus labios la dulzura
y es tu boca carcelera de mi cuerpo,
deshojando lentamente mi cintura,
moldeando mi deseo entre tus dedos.


Tú, me consumes en el fuego de tu hoguera,
cuando estalla la pasión entre mis venas
y la hembra se hace dueña
y me hace esclava de tu esencia…¡Tú!
Tú…que eres hambre y alimento,
eres calma ¡eres tormento!
eres tan solo…¡un inquietante pensamiento!



Fantasía de la piel, locuras del deseo

¡Qué no haría yo
por lograr robarte un beso!
Sólo un beso…,
encendido,
 en el verde deseo de mis labios.

¡Qué no haría yo
por oír que me llamas por mi nombre
y sentirme así dentro de ti,
en el aliento malva de de tu voz!

Te contaría historias increíbles,
aventuras imposibles,
para robar así tu boca,
 para robarte toda entera
mientras ríes descontrolada,
mirándome a los ojos,
desconcertada por tu descuido,
por mi robo “a mano armada”, mi loca,
mi tierna, mi dulce presa amada…

Me inventaría que te persigue el lobo feroz,
bella Caperucita de mi alma,
para protegerte de la noche y acompañarte a tu casa.
Fingiría que tus labios, que tu voz y tus ojos
se han adueñado de mi alma, que estoy gravemente herido;
para que me cuidaras y curaras las heridas de mi piel en llamas.
Fingiría un desmayo para que me tendieras en tu cama
y poder despertarme, mi piel a tu piel atada,
envueltos en el rojo vuelo, blanco fuego de tus sábanas.
Haría lo posible, 
me inventaría lo imposible, 
para que comprendieras… Para que comprendieras
que mi mal no tiene cura,
que es el bosque malva de tu cintura
mi atadura esencial y mi locura.


Romance de locura y muerte

El,  esperaba impaciente verla desde  su ventana
imaginando que a él, su sonrisa regalaba.

Ella, cabellos al viento como el sol de madrugada,
breve cintura de juncos y caderas bien torneadas

En sus noches solitarias el soñaba que lo amaba,
que su cuerpo de gacela en sus brazos se entregaba.

Ella reía feliz era una niña mimada,
de tierno corazón puro y sin maldad en el  alma.

Cada día transcurrido su mente se trastornaba,
no soportaba pensar que ella lo abandonara.

Ella se marcho un día temprano de madrugada,
con su valija de sueños para ser una letrada.

El se quedo aguardando su regreso en temporada,
soñando con su sonrisa, recordando su mirada 

El tiempo se fue corriendo, ella ya  casi olvidada,
de su primer juventud en el casco de la estancia.

El la seguía  deseando  esperando su llegada,
fue perdiendo la razón con el tiempo que pasaba.

Ella regreso un día, feliz muy  enamorada
anunciando que su boda muy pronto se realizaba.

Alguien se lo dijo a él, en tono de broma macabra.
La mente se le nublo, ya no entendía mas nada.

Ella se veía  feliz de su novio enamorada.
El sentía que su odio salía por la garganta.

Ella levantó su mano, distraída saludaba,
el afila la cuchilla de acero y de hoja ancha .

Era una siesta de fuego el sol de enero quemaba,
igual que el deseo por ella, que sus entrañas incendiaba .

Ella se marcho al río porque el calor arreciaba,
el la espera en un recodo donde, siempre la observaba.

Ella se apeo del caballo, él la nombró en voz alta
ella quedo cara al cielo. El ve  como se desangra.

Ella pronuncia su nombre, el cree oír que lo ama,
ella suspira profundo, él como loco la abraza,

Casi sin fuerzas lo mira, la vida ya  se le escapa,
el arranca la cuchilla y en su corazón.. la clava.



Ando buscando la sombra

Ando buscando la sombra,
sin un verso que evocar;
¿qué maldición me transforma
musa en nada que contar?

Si yo soy quien canta al viejo,
también al de edad pueril,
al niño, al cielo, al espejo
y a las lluvias en abril.

Sueño en sueños que despierto
y resuelvo en escapar
de este escondite, el desierto,
sin atisbo de agua o mar.

Solo dunas y más dunas
y así es como hoy ando yo,
sin huellas, contando lunas,
las que el zahorí perdió;

y ando buscando la sombra
para iluminar la sed
de tristeza antigua y honda
que en mis versos recité.

¿No hay inspiración divina?
¿Quién me escuchará gritar?
Solo hay ocre, arena fina,
mi sombra y mi soledad.

Raül Bernadas

Mi amante

Caminaré tus huellas trashumantes
y andaré en las playas de tus mares,
cabalgaré en ancas de alazanes
que representan tu pasión, ¡mi amante!

Volaré sin pausa por dulces cielos
como las nubes van entrelazadas,
y a tus brazos que esperan mi llegada
quitándote, amor, el desconsuelo.

Correré como un río en las montañas
atravesando el mundo con vertientes,
serán las aguas mansas suficientes
para aplacar tu sed cuando me extrañas.

Saltaré los muros de lo indebido
aunque haya que morir en el intento,
es que te llevo aquí, en mis adentros
¡porque eres para mí, lo más querido!.

Sans intérêt d'aime.

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