Perdona si te he ofendido,
perdona si te he hecho daño,
perdona si las palabras
me han estallado en los labios.
Perdona si no te pido
perdón, mirando a los ojos
pero es que temo al mirarlos
que me fulminen sus rayos.
¿Acaso tú no has herido
sin pretender hacer daño
O no has hurgado una herida
Por rencor o desengaño?.
Arrieros somos, mi niña
y en el camino dejamos
a veces la piel a tiras
y el corazón en pedazos.
Dame tu mano de amiga,
olvida los desengaños,
porque la senda es muy dura
y es el camino muy largo
para hacerlo entre reproches
para hacerlo más amargo.
Te ofrezco mi rosa blanca,
entre mis dedos temblando
te ofrezco perdón y olvido
te pido paz y silencio,
para mirarte a los ojos
para decirte... lo siento.
Gran poema de Juanmaromo.
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