Quiero escapar a tu mortal corriente
y remo hasta despellejar mis manos,
me estalla el corazón dentro del pecho
y el vientre se desgarra en mil pedazos.
Horas, minutos, días, meses, años,
el tiempo ya perdió su calendario,
rompió el reloj en las rocas de los tiempos
y su aguja gira loca sin descanso.
Tu remolino me llama y me hace suyo,
Dobla mi mástil hasta arrancar las velas,
mis remos quiebran contra tu arrecife
y tu abrazo destroza mis cuadernas.
Solo escucho tus cantos de sirena
como Ulises atado en la cubierta,
no hay más sol que los fuegos de tus ojos
ni más luna que la que en ti flamea.
Y como Venus naciendo de las aguas,
vienes a mí blandiendo tu fiereza,
tus senos cual racimos encrespados,
tu vientre cual carnívora dionea
y yo enloquezco de miedo y de deseo,
cierro los ojos y enfilo tu galerna.