Duérmete poesía...



Duérmete poesía en mis brazos
déjame que te acune versando
calladamente, bajito
pliégate y sigue soñando.
Tú necesitas mis manos,
yo tu inspiración necesito,
mis caricias, tus vocablos
juntas lo conseguimos.

Duérmete poesía a mi lado
susúrrame cerca, al oído
todos los verbos hablados
las palabras, sus sonidos
también los que se callaron
por miedo de ser destruidos.
Cuéntame dulcemente
el camino recorrido.

Duérmete poesía a mi vera
y antes de quedar dormida
quisiera saber los secretos
para ponerlo por escrito:
¿En cuántas almas has estado?
¿A cuántos has visto dolidos?
Y de amores, o romanzas
las esperanzas y desatinos?

Duérmete poesía en mi regazo
tengo mucho que decirte
todo lo que mis ojos vieron
lo que mi tacto ha sentido
mis oídos escucharon
los aromas percibidos
esos ocultos secretos
los compartiré contigo.
  
Duérmete poesía en mi vida
en las noches y madrugadas
o cuando despunta el día,
acompañando mi presente
el mañana… ése futuro
no me abandones poesía
quiero tenerte siempre
quiero morir contigo.

Duérmete, poesía, duérmete
refugiada en mi cobija.

(Y.C.´13)

tuki 

Los suspiros del amor...

La luna se esta cubriendo
de nubes color de fuego,
son suspiros de tu alma
cuando te digo te quiero.

Que bella se pone la luna
cuando tus besos de amor
se me escapan desde el alma
y vuelven a tu corazón.

De tu vida enamorada
exhalas el sublime aliento
y vuela hacia las estrellas
brillando en el firmamento.

Los luceros enamorados
de tan bella fantasia
hacen corro ante el astro
demostrando su alegría.

Y es que tus suspiros són
tan bellos y tan sinceros
que no pueden vivir en la tierra
y se escapan hacia los cielos.

Ángel Reyes Burgos

Caricias...



Caricias que me acarician
por dentro entera el alma
y descosen las tristezas
que a mi corazón se hilvanan.

Caricias que me acunan
y me cantan suave nana
para dormir en la noche
como una estrella apagada.

Caricias que me hacen nacer
y resurgir al nacer el alba
despertar al nuevo día
estrenando las mañanas.

Caricias que son las manos
que en mi piel tejen palabras
de amores y de deseos
del mar bravío y en calma.

Caricias que en mi se posan
como si fueran dos alas
para recorrer mi cuerpo
para hacer morir mi alma.

Caricias que me hacen estremecer
y estremeciendo  me matan
con el fuego del amor
y el corazón se me abrasa.

Caricias que me acarician
y acariciándome me aman
bendita son las caricias
que en mi  piel tu nombre graban.


Porque me gusta tu arena, porque me gusta tu río...


Superáremos los problemas de la carne
Y seremos uno en Dios bendito,
Uno en todas sus partes
En cada rincón de su nido.

Uno cuando viene un beso
Uno con un crucifijo
Uno con todos los credos
Uno con todos sus hijos.

Y quizás seremos luz
Luz de tus ojos sencillos
Luz de mis manos de arcilla
Luz del calor que sentimos.

Y quizás seremos amor
Amor en todos sus hitos
Uno con la piel y su olor
Otro con el alma y su grito.

Uno con su sabor
Otro con su gemido
Y los problemas de la carne
De a poco lo iremos dejando
En el olvido.

Porque me gusta tu arena
Porque me gusta tu río.

Corazón

Navegando por tu cuerpo...


Voy a utilizar tu cuerpo
para volar con mis dedos
deslizándolo suaves
desde tus pies a tu pelo...

Subiré por tus colinas
bajaré por tus pendientes
y haré paradas sabrosas
en tus muslos dulcemente.

Y  cruzaré ese túnel
hecho para el amor
donde ya estremecida
tendrás tu mayor temblor.

Ya llegando a lo mejor
me paro ardiente y fogoso
en ese triangulo amor
que me espera caprichoso.

No dejaré que te quedes
sin gritar mi nombre al viento
y entre suspiros y gemidos
me excite hasta el pensamiento.

Ángel Reyes Burgos
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