Hoy te quiero a ti vestir, con cien pétalos de rosas...

Hoy te quiero a ti vestir
con cien pétalos de rosas
un puñado de jazmines
para verte muy hermosa
y prender sobre tu pelo
diadema de mariposas.

Que goces con cien suspiros
al retirarte del cuerpo
los pétalos perfumados
que en tu cuerpo he prendido
sintiéndome enamorado
y con cien suspiros míos
me sientas apasionado.

Dejar desnuda tu piel
besarla con mi pasión
darte un estrecho abrazo
nacido del corazón
y desnudo en tus brazos
sentir con toda ilusión
que es realidad y no sueño
lo que vivimos tu y yo...

Entrega pasional, soneto.


Déjame alcanzar la gloria
acariciar de tu cuerpo el embeleso,
arrancar con mis labios esa euforia
extraviada por el placer de un beso.

Sentir con las manos tus caricias
percibiendo el perfume de tu pelo,
tener para mi solo...tus delicias,
para arañar los placeres de tu cielo.

Empaparme en tus húmedas orillas
que resguardan las dulzuras de tu flor,
descargar de mi barco, las semillas
disfrutando de tu entrega...su sabor.

Que tus pálidas mejillas den color,
conociendo los placeres primorosos,
que tu cuerpo, al fin sienta del amor
esa entrega pasional.....¡maravilloso!

Alejandro O. de Leon Soto

Sembrando amor...


Hoy me he sentado en el prado,
recostado sobre un chopo,
donde los dos paseábamos,
donde los dos… eran otros…
Yo te negaba mi amor,
que no me pertenecía.

Te di a cambio calor,
con mi amistad y alegría.
Respetaste mi sentir,
sin entrar en mis parcelas
y tú te volcaste en mí,
esperando una quimera.

Ha pasado casi un año
y mi corazón vacío
ha entendido en solitario
que era terreno perdido,
pues querer sin que te quieran
es como echar miel al río.

Ahora solo pienso en ti,
respirando tu perfume, 
que yo no quise sentir
cuando en mis manos te tuve.

Tú has sido fiel a tu idea,
pues siempre me has respetado
y en tu prolongada espera
por fin me has enamorado.

Ya solo queda esperarte
pues sé que pronto vendrás
para poder abrazarte
y darte felicidad.

Sembraré todo tu cuerpo
con mis semillas de amor,
lo regaré con mis besos
y te daré mi calor.

Y sentados en el prado,
contemplaremos el río
sabiendo que nos amamos
y no es terreno baldío.

Todos los derechos reservados


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...