Musas qasquivanas


Tengo hambre de paz y tiempos nuevos,
tengo hambre de amor y libertad,
de mirar al vecino sin recelos,
de cantar, de reír, de disfrutar,
tengo hambre de lluvias redentoras
de sonrisas, de abrazos, de hermandad,
de sentirme integrado en el paisaje,
de acostarme en el bosque a meditar
esperando a las ninfas y a las hadas
que me inspiren, me abracen, me den paz.

Tengo hambre de besos y susurros
de apretones de manos, de amistad,
de borrar pasaportes y fronteras
¡ciudadano del mundo y nada más!
El teclado me espera bostezando,
las musas me sonríen con maldad,
les ofrezco una jarra de cerveza,
pero dicen que quieren algo más,
un brebaje de amor, una balada,
un poema que nadie escuchará.

Yo les pregunto ¿Cómo escribo un poema
si vosotras no me queréis hablar?
-Pues entonces el mérito no es tuyo
¡eres solo un escriba y nada más! -
Tomo pluma y papel, cierro los ojos
 pero las siento danzar alrededor,
se ríen de mis miedos y zozobras,
me provocan, se burlan sin pudor,
pero yo ya he encontrado un nuevo Olimpo,
un oasis, un nuevo amanecer,
me refugio en los brazos de mi amada
y en su pecho me siento renacer,
me sumerjo en su laguna negra
y me olvido del mundo y del ayer
mientras siento  un poema, un neonato,
patalear en mi vientre y en mi sien.


Acción de Gracias, 'Thanksgiving'


Acción de Gracias, en inglés 'Thanksgiving', es una fiesta que se celebra en varios países. En todos los casos tiene un carácter religioso, ya que consiste en una celebración de agradecimiento por algun motivo en especial (buena cosecha, fin de una sequía...), aunque no tanto en su origen. Especialmente festejado es en el país en el que nos centraremos, Estados Unidos, donde existe una cierta controversia sobre el origen del Día de Acción de Gracias, que se celebra en una fecha concreta.

¿Cuál es el origen de la celebración?
La tradición moderna indica que el origen se remonta a inicios de 1620 en Plymouth (Massachusetts, EEUU). En 1620 un barco llamado 'Mayflower' llegó de Inglaterra a esta localidad, al noreste de lo que hoy conocemos como Estados Unidos (fundado en 1776). Una vez allí, los indígenas ayudaron a los ingleses a cosechar la tierra en el asentamiento en el que se habían establecido. En 1621, después una exitosa cosecha, el nombrado como gobernador de la colonia de Plymouth organizó una fiesta para invitar a aquellos indígenas que los habían ayudado a una comida como muestra de su agradecimiento. Este hecho se volvió una tradición anual, se expandió por el territotio y a día de hoy es todo un acontecimiento nacional.

Esta es la versión más popular de su origen, aunque hay historiadores que apuntan que la primera celebración de estas características se remonta a los españoles colonizadores en Florida 60 años antes.


Esta alegria que siento


Esta alegria que siento
cuando a mis nietos yo miro
me hace olvidar los lamentos
que en otros dias he vivido.

La vida se me torna amable
y ya no creo que jamás
pueda ver otros momentos
en que yo vuelva a llorar.

Aitor y Rosi se llaman
dos elementos de cuidado
que con sus eternas sonrisas
me tienen encandilado.



Son dos regalos del cielo
al que yo quiero llegar
cuando mi vida se apague
y no pueda verlos mas.

Pero nada de tristezas
que mientras tenga mi vida
me quedará la esperanza
de vivir sin mas heridas.

Gracias pequeños angelitos
por darles luz a mis dias
y gracias a esos padres benditos
que os llenó de amor y vida.


















El miedo que te muerde


Traspasaré las sombras
irrumpiré en la nada
y llenaré el vacio
que ciega tu mirada.

Encenderé tu fuego
calentaré tu cama
y borrare de un beso
las nieblas que te atrapan,
el miedo que te muerde
las dudas que desgarran
tu corazón de niña
prendido entre las zarzas.
Me beberé de un sorbo
la hiel de tus palabras
el pus de tus heridas
las heces de tu alma,
y romperé a zarpazos
el muro que te enclaustra.
las rejas que te celan
la hiedra que te araña
y a golpes de cariño
te forjaré un mañana
de amor ternura y fuego
preñado de esperanza.


















La Promesa


En mi promesa yo ya no te obligo, 
sellaré mis labios en mi intención
al callarme la boca, como castigo,
estaré mudo es mi mejor decisión .

Mi promesa no estar en tu camino,
ese es mi deseo y se que cumpliré, 
besar tu boca y a no es un destino, 
y no acercarme a ti, no sé si podré.

Sellando mis labios con mis penas, 
enterrando los suspiros con la piel,
y secaré mis lagrimas con mi pena,
Escribo versos del llanto y el papel.

No hay marcha atrás en mi castigo,
en este compromiso, ya yo soy fiel,
ya me aliviaré, mi noche es serena,
te prometo y te olvido al amanecer,

José Rafael Díaz 

En mi corazón yo he prendido


En mi corazón yo he prendido
la luz de nueva esperanza
que me muestre nuevo camino
que me lleve hasta tu casa.

Que por estar a tu lado
de fuerzas ya desfallezco
y quiero ya que tus brazos
me quemen a fuego lento.

Que necesito tus besos
y que tus manos me toquen
y entre palabras de amor
mis suspiros se desboquen.
Cuantas ganas vida mía
cuantos deseos reprimidos
desde que amanece el día
quedan en mi pecho rendido.

Y quiero sacarlos a la vida
para no morir penando
que sepas ya no son heridas
las que me están matando.

Pues tú volviste mi cielo
de un color azul hermoso
y me llenaste de consuelo
volviendo feliz mis ojos.
















Entre nos


Qué podría decirte que no sepas
si conoces de mí hasta mis sueños,
si en mi mundo no hay sitio en que no quepas, 
si eres causa de todos mis empeños.

Que podría decirte novedoso
si mi amor inefable permanece, 
si viviendo a tu lado soy dichoso,
si en tus brazos mi amor se reverdece.

Que podría decirte si admirando
tu garbosa figura y tu mirada,
me estremezco y al traste todo mando,
para hacerte el amor, mi dulce amada.
 
Solo puedo decir que cada día,
yo te adoro por ser mi compañía.

Jorge Toro Salazar

Al dolor


Hiere, hiere, ¡oh Dolor! He, aquí desnudo
mi inerme pecho: el protector escudo
que en otro tiempo rechazó tus dardos,
roto en pedazos estalló a tus golpes,
y contra ti ya nada me defiende.

¡A ti me entrego en mi fatal despecho!
Hiere, pues, rompe, hiende,
destroza sin piedad mi inerme pecho.
Pero sabe, oh Dolor, que, aunque rendido,
a ti me doy perdida la esperanza;
no me verás doblar la erguida frente
y el rudo bote de tu ardiente lanza
del corazón herido
no arrancará ni queja ni gemido
ni de su llanto hará correr la fuente.

Y acaso el solo ruego
que escuchen de mis labios tus oídos,
será que de tu brazo formidable
en mí descargues tan tremendo y fuerte
que con sólo ese golpe me des muerte,
dando fin a esta vida miserable.

Julio Zaldumbide Gangotena

Recuerdos


¿Por dónde andáis? pedazos del pasado,
amigos de un instante pasajero;
me acelero y pienso preocupado
en todo este vacío traicionero
que araña, con malicia , acomodado,
en el rincón del alma que más quiero.
¿Por dónde andáis? queridos portadores
de momentos pasados y mejores.

Suma y resta la vida mientras dura,
a veces, con total incertidumbre,
vivir y no perder la compostura
es algo que se acepta por costumbre;
andar, andar y andar pasa factura,
ya nada se ve igual desde la cumbre,
por eso voy guardando día a día
pedazos de tristeza y alegría.

En el presente tengo la esperanza
de no caer in situ en el abismo;
donde nada se mueve... nada avanza,
allí, todo parece un espejismo.
Cuidad de no romper con mi añoranza
es cuánto tengo y queda de mí mismo,
así que no tardéis mucho en volver.
¿Por dónde andáis? pedazos de mi ayer.

Ramón Bonachi

Nuestro otoño


Tanto tiempo contigo, tantos años unidos,
y seguimos mirando similares paisajes,
caminamos con calma, sin afanes ni ruidos,
de la mano tomados por iguales parajes.

Y a pesar del otoño, a pesar de los años,
nos seguimos amando con igual ansiedad;
y en las cómplices noches, entre besos y amaños,
nos volvemos mozuelos y olvidamos la edad.

Ya sabemos con creces del amor reposado,
que maduro se goza sin excesos ni prisas,
ya tenemos el tiempo, un cariño blindado
y gloriosas jornadas de pasión y sonrisas.

No tememos a nada, hoy la paz nos cobija,
el amor nos reúne y no hay qué nos aflija.

Jorge Toro Salazar

El perro vagabundo


Llevando mi soledad
acuestas por los caminos
una tarde lo encontré
cabizbajo y abatido.

Su caminar vacilante
más o menos como el mío
su corazón anhelante
muy grande pero vacío.

Lo habían abandonado
y estaba triste y perdido
con las orejas caídas
y el rabo medio escondido.

Le miré y él me miró
y en sus ojos color vino
se adivinaba el dolor
en sus pupilas prendido.








Pobre perro vagabundo
despreciado y escupido,
todo el mundo te rechaza
y te sientes afligido.

Le acaricié la cabeza,
le dije “Vente conmigo,
nunca más estarás sólo,
yo te llamaré, “mi amigo”.

Se iluminaron sus ojos,
me lamía con su hocico,
se olvidó de su dolor
y el mío quedó dormido.




Desconozco el autor




A Lorca (Elegía)


En este arcano mundo de gusanos,
tú eres un diminuto instante ameno;
de versos y poemas sigue lleno
el tiempo que tuviste entre tus manos.

Romancero de payos y gitanos,
cuando más te recuerdo, más veneno.
Aunque guardo silencio, doy de pleno
si digo que hay rencores sobrehumanos.

Tu tristeza se seca al sol, reposa
inerte, sin saber por qué motivo,
pues no todo es cuestión de mala suerte.

Viejo amigo, la envidia es peligrosa,
cómo duele su acoso estando vivo,
qué inútil resultado tras la muerte.

Ramón Bonachí.



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