Cuando el sol se haya dormidoy la luna se levante,
te quitare tu vestido,
te daré besos de amantes.
Esos besos que abrazados
se dan profundos y ardientes
esos besos tan deseados...
desde el norte hasta poniente.
Te haré temblar con mis besos
te dejaré sin pudor
y entonando mil te quiero
te llenaré de mi amor.
La noche se va encendiendo
sudores de fuego y lava
tus gemidos que creciendo
se elevan en la madrugada.
El gallo ya esta cantando
anunciando la mañana
yo por ti correspondido
caigo placidamente rendido
a los pies de nuestra cama.
Ángel Reyes Burgos
