La explosión nuclear, no tiene por que ser devastadora cuando la produce dos cuerpos apasionados, energizado por los abrazos, los besos y la máxima tensión que se produce en la entrega mutua y no es destructiva porque construye los vínculos mas fuerte que la pareja pueda esperar...
Es una explosión diferente a la que produce la desintegración del átomo, pero para la pareja es el momento cumbre donde sus almas se integran en una sola y sus cuerpos se desintegran momentáneamente para reintegrarse de nuevo convertidos en un solo ser y una sola carne.
No es como apretar un botón donde la fusión o fisión del átomo se produce, es como construir un nuevo mundo echo de sensaciones con el fin ultimo de llevar a la pareja a la máxima expresión de humanidad, arrancar de su pecho la tristeza y soledad con las que todos lidiamos en algún momento.
Un mundo que no se construye en unos minutos, se necesita un cumulo de momentos de máxima ternura, otros del mas inmenso cariño del que podamos hacer gala, mucha, mucha pasión por la que llevemos a nuestra pareja como en una montaña rusa cada vez más alta hacia la cúspide donde podamos observar ese momento final donde se produce la explosión dentro de su alma y que podemos visualizar a través de las convulsiones de su cuerpo y el intenso brillo de sus ojos...
La explosión nuclear que producen dos seres, es la mas limpia y barata que existe, es uno de los pilares fundamentales para que el amor perdure en el tiempo cuando ponemos todos los ingredientes que nuestros sentimientos mas nobles fabrica para la construcción de esa bomba nuclear tan especial
No la fabriques a la ligera, porque puede que el resultado te sea adverso a los propósitos y te encuentres con una implosión que te destruya a ti por dentro...
Ángel Reyes Burgos
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