Soneto de Gabriela Mistral.

Del nicho helado en que los hombres te pusieron, 
te bajaré a la tierra humilde y soleada. 
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron, 
y que hemos de soñar sobre la misma almohada. 

Te acostaré en la tierra soleada con una 
dulcedumbre de madre para el hijo dormido, 
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna 
al recibir tu cuerpo de niño dolorido. 

Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas, 
y en la azulada y leve polvareda de luna, 
los despojos livianos irán quedando presos. 

Me alejaré cantando mis venganzas hermosas, 
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna 
bajará a disputarme tu puñado de huesos!

En 1924 publicó en Madrid Ternura, libro en el que practicó una novedosa «poesía escolar», renovando los géneros tradicionales de la poesía infantil (por ejemplo, canciones de cuna, rondas, y arrullos) desde una poética austera y muy depurada. Para saber más pulse aquí.

Amarte en mi soledad...

Esta soledad que me embarga
y que me atenaza el alma
es tristeza que se me graba
si no estás para quitarla.

Y a solas me siento y pienso
¿porque la vida es tan mala?
si eres de mi corazón el sueño
y tu piel tan lejos, se halla...

Me pierdo en el laberinto
de mi mente soñadora
que con lágrimas y gritos
pide tenerte aquí ahora...

Y así se me pasan los días
sentado en mi penumbra
esperando vida mía
escuchar que tu voz me nombra.

Puede que yo haya provocado
esas palabras soñadas
pues cuando abro los ojos
te reflejas en mi mirada...

Ángel Reyes Burgos
Cuando no estás crayolita.

La edad de la mente...

Desde muy joven a lo largo de mi vida, he pasado por diferentes sensaciones en cuanto a mi estado mental en el que en ocasiones me he sentido un autentico anciano aunque no pasara de los treinta y eso me ha echo pensar muchas veces sobre que es en realidad la edad...

No hay que darle muchas vueltas en cuanto al físico que es lo primero que vemos, pero incluso el estado físico varia mucho de unas personas a otras, vemos a ancianos de noventa años montar en bicicleta o nadar en un río helado y nos sorprendemos por ello cuando pensando en personas de apenas sesenta años que se sienten ya con su vida consumida...¿Porque?...

Intentemos por unos momentos olvidarnos de los achaques que afectan a las personas mayores porque no todo en ese tipo de deterioro se debe a los problemas físicos, hay algo mucho mas importante para retrasar o paliar en lo posible las consecuencias visibles y se llama actitud... 

Nuestra mente es poderosa en cuanto que es capaz de modificarnos en todos los sentidos, una mente activa y positiva, hace que nuestros hábitos mejoren y por ende toda nuestra fisiología puede mejorar y cambiar...no se trata de crear milagros, si somos viejos lo somos y eso nada lo puede cambiar, pero si tu disposición ante la vida es positiva y quieres seguir soñando, no te detengas y sueña...

Puede que incluso ya no puedas caminar porque tus piernas no te lo permiten, pero tienes una mente poderosa con la que puedes vivir mil aventuras y contagiar con tu optimismo a otras personas que te rodean y con esa aptitud, todo en ti mejora porque lo ultimo es tirar la toalla.

Yo que he tirado la toalla muchas veces en la vida, he comprendido al final que jamás se debe tirar, mejor que la vida cuando llegue tu hora te la arrebate y saber siempre que estarás en el cuadrilátero hasta ese momento y con los guantes puesto para lo que venga.

La vida es complicada, difícil y a veces muy dura, pero echemos mano de ese poderoso motor que llamamos cerebro, para guiar nuestro camino en cualquier edad de nuestra mente...

Ángel Reyes Burgos
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