Me encoge el corazón cuando te veo
tirado entre cartones escarchados
durmiendo en un portal, peor que un perro
perdido de la vida y olvidado.
Un resto de botella te recuerda
la vida, que al final es un mal trago
un vino que al principio fuera dulce
pero hoy no es nada mas que un vino amargo.
Pasamos a tu lado y no te vemos
pasamos a tu lado y te ignoramos
¡que frío es el espejo que nos mira!
¡que duro es el espejo que miramos.
Me duele la limosna que mendigas,
la muda soledad que hay en tus labios
el aire de fracaso que te envuelve
la luz que de tus ojos se ha borrado
Me quema la impotencia cuando pienso
que hay miles como tu, ya desahuciados
que puedo ser mañana tu reflejo
que Dios por esta calle no ha pasado.
Jose Luis Posa
Poesía necesaria