La densa miel de mi boca
ante la tuya la muestro
y en hondo suspiro lento
con azogue me contengo.
Es salivar con un grito,
que me eriza hasta el cabello
saboreando mi lengua
el néctar que da tu beso.
Muerde con sus tonos vivos
el beso con su silencio,
una suave melodía
que me duerme con sus ecos.
Definitivo,muy puro,
del amor son sus reflejos
y la fuerza que derrama
nos hace cerrar espejos.
Humedad ciega y latente
donde la boca retiene
cuando corazón le manda
la pulsación que sostiene.
(Poemas Lorquianos octosíbos)
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