
Amor, y tú lo sabes, es venero
de profundas y dulces quemaduras,
y también tiene espinas tan seguras
que matan con el roce más ligero.
Amor hace lo eterno pasajero
y nos convierte en lámparas oscuras.
Nos hace contemplar dichas futuras
y nos regresa al polvo volandero.
amor fue tu canción y tu batalla
por vencer a la muerte y su letargo
y al labio que su red rendida calla.
Se endulzó tu canción, amor tan largo,
que ahora brota tu dulce amor amargo
como una inmensa flor que me avasalla.
carmen gonzalez