Cargado voy de mí, veo delante
muerte que me amenaza la jornada
ir porfiando por la senda errada
más de necio será que de constante.
Si por su mal me sigue necio amante
que nunca es sola suerte desdichada,
ay, vuelva en sí y atrás no dé pisada
donde la dio tan ciego caminante.
Ved cuán errado mi camino ha sido
cuán solo y triste y cuán desordenado,
que nunca ansí le anduvo pie perdido.
Pues por no desandar lo caminado,
viendo delante y cerca fin temido,
con pasos, que otros huyen le he buscado.
Músico llanto en lágrimas sonoras
llora monte doblado en cueva fría
y destilando líquida armonía,
hace las peñas cítaras canoras.
Ameno y escondido a todas horas,
en mucha sombra alberga poco día,
no admite su silencio compañía,
sólo a ti solitario cuando lloras.
Son tu nombre, color y voz doliente,
señas más que de pájaro de amante:
puede aprender dolor de ti un ausente.
Estudia en tu lamento y tu semblante
gemidos este monte y esta frente
y tienes mi dolor por estudiante.
Francisco de Quevedo, tomó parte muy activa en la controversia sobre el patronato de España con dos obras: Memorial por el patronato de Santiago y Su espada por Santiago, 1628. La cuestión se había suscitado cuando una reforma del Breviario Romano en el siglo XVII no citó la predicación y enterramiento de Santiago en España, lo que provocó un cruce de cartas y presiones que duró treinta y dos años hasta conseguir su revocación...para saber más pulse aquí.