Silencio de cal y mirto
el aire lanza suspiro
y se pierde su lamento
entre la tela de lino.
¡Silencio! ni el aire sepa
las veces que te he querido!
Mientras bordo corazón
y me enredo con el hilo
por un valle de palomas
con alma vuelo entre trigo.
Han tapiado mi cancela
con zarzas y amor de lirio
y le han puesto una bandera
de soledad y martirio.
Novicia de Dios seré
pero siempre soñaré
la mujer que fui contigo.
Rugiendo cual viejo león
gemía mi cuerpo impotente,
buscando mis ojos en la noche
luceros y algas de nieve.
Por mis venas corría un mar
de escupitajos celestes,
y sobre la cama policromada
que impasible mi dorso sostiene
las palomas de mis manos
vertían caricias como serpientes.
¿Dónde estará el alba;dónde?
¿Y aquél que a mi cuarto viene
cuando en las noches oscuras
se agita el deseo en mi frente?
¿Dónde estará ese hombre,dónde,
compañero de mi muerte
sin el blancor de mi vestido?