Dijo la luna: "muestra tu brebaje
y dales todo el néctar que has bebido;
despierta el corazón, sin hacer ruido,
de todo aquel que entienda tu lenguaje.
Que los ojos aprecien el mensaje
y los llene de gozo el contenido,
que salga de la boca algún gemido
antes de que termine el corto viaje.
Ofréceles la esencia, el buen sabor.
Holgados sentimientos de placeres
están dentro de ti, querido verso.
Mientras, yo, en lo más alto y sin pudor,
seré un claro de luna o si prefieres,
la blanca inspiración de tu universo".
