Extrañandote en mi lecho

Extrañandote en mi lecho
vacío de madrugadas
porque no siento tu piel
tu sonrisa y tu mirada.

Tu que eres mi ilusión
tu que eres mi alegría
y haces surcos en mi alma
sintiendo la noche vacía.

Mas yo te tengo en mi alma
en la piel y nuestro lecho
cuando abrazando la almohada
te siento sobre mi pecho.
Tiene el olor de tu pelo
el olor de tu pasión
y aquella lágrima tuya
que brotó del corazón.

Y sigo soñando contigo
y mi pesadilla cambia
en un sentimiento divino
que me llena de esperanza.

Bendita esta pesadilla
que me despierta llorando
y siento tus labios en los míos
y a Dios sonrío rezando.

















Descanso, soneto



Entre sudores de calor y siega,
disfruto de una sombra improvisada;
hecha de trigo y paja, la almohada,
ofrece su frescura, me sosiega.

A mediodía, con un sol que ciega,
la siesta da respiro a la jornada;
manos y pies deciden no hacer nada
y el cuerpo en su descanso se doblega.

Efímero es el tiempo que disfruto
junto a un dorado campo que me ofrece
un reposo apreciado y absoluto.

Efímera es la calma que aparece
en este bienestar tan diminuto
que a poco de llegar… desaparece.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...