Dos sonetos de Francisco de Terrazas,

Dejad las hebras de oro ensortijado
que el ánima me tienen enlazada,
y volved a la nieve no pisada
lo blanco de esas rosas matizado. 

Dejad las perlas y el coral preciado
de que esa boca está tan adornada;
y al cielo, de quien sois tan envidiada,
volved los soles que le habéis robado. 

La gracia y discreción que muestra ha sido
del gran saber del celestial maestro
volvédselo a la angélica natura; 

y todo aquesto así restituido,
veréis que lo que os queda es propio vuestro:
ser áspera, cruel, ingrata y dura.
Rayendo están dos cabras de un nudoso 
y duro ramo seco en la mimbrera,
pues ya les fue en la verde primavera
dulce, suave, tierno y muy sabroso.

Hallan extraño el gusto y amargoso,
no hallan ramo bueno en la ribera,
que como su sazón pasada era 
pasó también su gusto deleitoso.

Y tras de este sabor que echabanmenos,
de un ramo en otro ramo van mordiendo
y quedan sin comer de porfiadas.

Memorias de mis dulces tiempos buenos,
así vay tras vosotras discurriendo
sin ver sino venturas acabadas...



















Francisco de Terrazas, Terrazas era hijo de Francisco de Terrazas, mayordomo de Hernan Cortes y alcalde de la Ciudad de México, y de Ana Osorio.

Es considerado uno de los primeros poetas nativos de México, publicando en 1577 cinco sonetos dentro del cancionero manuscrito Flores de varia poesía. En 1584, Cervantes elogia en La Galatea su talento y poesías, en la octava del (Canto de Calíope)...Para saber más pulse aquí.

Los sueños cumplidos...

Hace mucho, mucho tiempo
mi piel se llenaba de sueños
cuando a solas en mi pecho
cuervos me picoteaban por dentro.

Y es que la soledad es tan mala
y es tan malo el sufrimiento...
cuando la vida se te escapa
con suspiros a ritmo lento.

Solo quiere uno dormir
la vida se hace absurda
cuando estas en un sin vivir
sin alguien que tu pecho cubra.
Piensas en tirar la toalla
crees que tu vida se acaba
si en los senderos del alma
no hay nadie que te acompaña.

Pero de eso hace mucho tiempo
que en mis senderos de frío
a ti te encontré hace años
lumbre, que evaporaste mis ríos.

Y los malos sueños acabaron
la soledad se fue de mi lado
cuando de tu pecho salieron
cien gemidos enamorados.
















Ángel Reyes Burgos
Tu primer poema del año crayolita

Sevilla en versos, de Sergio Reyes

Esta noche expira el año, 
otro ciclo que termina, 
como la Semana Grande, 
entrando en Santa Marina.

Como muere nuestro río,
cuando a Sanlúcar asoma,
o se recoge en su Ermita,
exhausta la Blanca Paloma.

Cuatro estaciones vividas,
como cuatro sevillanas,
que fuimos bailando sin mas,
por las calles de un real,
sin albero ni lianas.
Y ahora llega un nuevo año,
año que pide la venia,
para entrar en La Campana,
cargado de Amor y Paz,
en su humilde zurrón de lana.

Y volverá a correr el fino,
bajo farolillos naranjas,
se saltaran las rejas del cielo,
en esa aldea tan cercana.

Y todo será como siempre...
con permiso de las ausencias,
que como puñales se clavan,
por mas que los años vengan.
Mi hijo Sergio, autor de este hermoso poema.
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