Esa paloma blanca me llegó al corazón,
no existirá en el amor más hermoso mensaje
me brotan miles de lágrimas como equipaje
al descubrir que en este sentir ya no hay razón.
Quiero ser hoy y siempre la Diosa de tu ser,
esa que logre con su esencia tu alma besar;
beber de el vino a manos llenas con gran poder
de bajar un reflejo de lluvia por amar.
Agua de tu caña de azúcar será infinita
hasta adentrarse en la roja nube, excelsa y blanda
que moje nuestros sentidos y entonces exista
la romántica melodía de luna en banda.
No voy a ser yo quien apague el sutil destello
de tu besos hoy, tan cálidos en mis mejillas
para abrirle paso así a lo más intenso y bello
de pintar el centro donde por mí, amor, tú brillas.
Pues después de ti, nada es igual o comparable;
te vivo como el ave a su cielo en primavera
siento tu sabor como un bálsamo indispensable,
y sueño con tenerte hasta morir, a mi vera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario