Déjame por un tiempo que te cubra con mis besos,
no intentes nada que ahora cambie mi pensamiento,
sólo quiero un momento, un instante, una hora,
y como tu fiel amante, te amaré con mil demoras...
Sólo déjate amar con sutil atrevimiento,
deja que aprisione tus verdades, tus codicias,
que te sientas asfixiado por mis magnas apetencias,
y sufras plácidamente con mis mágicas caricias...
Déjame, no te resistas, bríndame una noche fugaz,
beberemos champagne, tu boca será mi copa,
empezaremos a solas con música nuestros juegos,
absorbiendo los ardores de mi cuerpo, de mis fuegos.
Déjame recrearme, disfrutarte tiernamente,
deleitar tus latitudes, tu gran universo de versos,
realizar esa ilusión bien abrazada a tu pecho,
sentir todo tu calor, verte feliz satisfecho.
Déjame por ultima vez robar completa tu esencia,
la guardaré cuidadosa, escribiré una poesía,
todos la leerán ignorando que a mi vida,
se le murió el amor, aquella noche divina
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