La mamá sueña
con su niñita,
su sonrisa de ángel
y su carita,
se vuelve niña,
se hace chiquita,
vuela en el prado
de margaritas,
tomando de la mano
a su princesita.
Los sueños viven,
los sueños moran,
desde la noche
hasta la aurora,
donde la madre vive
por que adora,
a su niña linda
y al sueño implora,
no terminar la noche
y seguir soñando,
con esa dulce chiquita
que quiere tanto.
Despierta mi niña
que ya llegó,
el lucero del alba
que trajo Dios,
que ilumine tu cara
y de resplandor,
a tus ojitos niña
y sientas el amor,
que en mi alma de madre
se provocó...
Cuando el amor germine
en tu cintura,
soñaras con los sueños
que tengo yo,
volaras de la mano
con tu chiquita
sobre prados de flores
y margaritas
agradeciendo la vida
que Dios te dio...
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