Maldita esta suerte mía,
maldita por tanto quererte
que estando tan alejada
mejor deseo la muerte
por esta sufrida agonía
de tenerte y no tenerte...
Maldita, maldita sea
esta cruel separación
que encarcela a mis sueños
de tener tu corazón
estrechado con mi pecho
en abrazos de pasión.
Cien veces maldito sea
destino que me trajiste
a esta belleza hermosa
que en mi corazón pusiste
y alejándole de mi lado
hiciste mis días tristes.
Pero solo maldigo en silencio
escribiendo este poema,
prefiero tenerla a ella
que me quita a mi las penas
y es fuente de mis alegrías
aunque sea mi condena,
por no tenerla en mis brazos...
si es la sangre de mis venas.
Ángel Reyes Burgos
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