Camino por una vereda sembrada de guijarros afilados como dagas que se incrustan en mis pies desnudos, ni un solo quejido sale de mi boca, quizás por que estoy muerto y no siento la sangre en mis venas, se fue por el estercolero de la vida pisando mamarrachos con trajes de etiqueta y nombres de sortilegios, como empresa y vanidad...
Mi cuerpo desnudo acusa los mordiscos de las sanguijuelas colecionables que vestidas de novia, siempre están dispuestas al si quiero devorar tu vida y uno como buen anfitrión, se presta para el banquete de bodas.
Mi piel es transparente y veo mi estomago vacío de alimentos, lo pueblan una familia de ratas que se alimentan de los restos de la ultima comida que algún día hice.. aunque no lo veo con estas cuencas vacías de ojos, que los llevan en el pico dos cuervos llamados injusticia y desolación, lo veo con mi mente y me cruzo en el camino con otros fantasmas llagados por mil pústulas que revientan a cada paso...
Voy camino del embarcadero, donde Caronte, me espera para cruzar al otro lado previo pago de las dos monedas que cubrirán el sitio que un día contemplaron la belleza, pero mis bolsillos están vacíos y me niega el transito hacia la otra vida donde me espera la libertad...me abandono y caigo al suelo rendido, dándome tiempo a sentir un millar de pequeñas mordeduras de la legión de gusanos que cubren mi cuerpo, sin haber esperado a que exhale mi ultimo suspiro, las ratas se abren paso desde el interior de mi cuerpo y devoran con saña cada pequeño bastardo que se alimenta de mis ruinas, una risa espeluznante nacida de mi desesperación, resuena por toda la orilla del río al ver como son devorados esos insignificantes y repulsivos seres que no tendrán la suficiente vida para tener la oportunidad, de mandarlo todo a tomar por culo...
Por una vez en mi vida, las ratas se convirtieron en mis aliadas para que no me despojaran de mi dignidad.
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Aclaración: Esto es solo una fabula oscura que quise hacer como contrapunto a todos los poemas de amor y románticos, la luz brilla mas cuando las tinieblas están cerca...y por que soy un fanático de Stephen King
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