Ese precioso rubio que tengo en mis brazos es Sergio... me dio el primer disgusto recién nacido, por que tenia tanta prisa por vivir, que quiso venir antes de tiempo y se fue directo a la incubadora para terminarse de hacer y ya ven como quedó, de postal de revista infantil...Cuando estaba en la incubadora, fue la primera vez que llore por el...
Creció como si tuviera prisa por llegar al aro de balón cesto y a los seis años me quedaban bien sus zapatillas y ya con esa edad comprobé la inmensa sensibilidad que tenia cuando una noche, en una pequeña e intrascendente discusión con su madre, lo vi levantarse con tristeza para irse a su cuarto.
Me di cuenta y al rato me fui para ver que le pasaba, estaba a oscura en su cama y con lagrimas en los ojos, me conmovió el corazón la enorme sensibilidad que demostraba.
Me lo demostró durante toda la vida, su gran humanidad, su gran corazón, la bondad que sus preciosos ojos que aquí destaco, me trasmitieron siempre. .. la sensibilidad que de mayor seguía demostrándome y por la que lloré con el la segunda vez...Me sentía un día triste cuando juntos comíamos en casa de mi madre, no tenia que ver nada con el pero así somos los humanos y escribí un poema que le leí...
solo pondré uno de los versos por que realmente era muy triste...decía así ...
Al miraros a los ojos
veo el muro que separa
vuestra alma de mi alma
que a mi alma yo amarrara...
No sabia que cuando terminara de leer todo el poema, el tendría sus ojos llenos de lagrimas y sentí mi injusticia con el, cuando me dijo que el y sus hermanos sabia que me querían mucho...yo lo sabia sin duda.
Cuando le hago una felicitación es algo muy diferente a esto, casi siempre es un poema, pero hoy me salto las normas para destacar a este gran hombre de cuerpo y corazón que he tenido el privilegio de tener como hijo y desearle que mañana en su cumpleaños sea el hombre mas feliz del mundo junto a esos dos maravillosos hermanos que tiene.
Que tengas un feliz cumpleaños el día diez mi querido largo, te quiero.
Ángel Reyes Burgos
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