Sueñame, cuando ya no tengas sueños
que viva en tus labios dormidos
las caricias de unos besos
prendidos en tus recuerdos.
Y yo en los míos me acerco
y me sabes a leche y fresas
a pasión y a sentimientos
cuando tus labios me besan.
Deja tus ojos cerrados
que plante sobre tu boca
la lujuria de este pecado
que tus labios me provocan.
Voy a morderte despacio
y tus labios hacerlos míos
hasta que tiembles de gozo
y yo me quede dormido...
Sueñame en la vigilia
y en tus noches solitarias
que mis besos te acompañan
hasta el fondo de tu alma.
Ángel Reyes Burgos
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