Saetas de moros y cristianos
surcaron las serranías...
a espadas de los romanos
sucumbía Andalucía
y con luchas entre hermanos
medio pueblo moriría...
Ya no es tiempo de lamentos
que todo aquello pasó
y entre tanto sufrimiento
belleza y gloria dejó.
Córdoba sultana y mora
mezquita de pura belleza
quien no se le rinde ahora
con su hermosura y nobleza.
Alhambra de majestades
Generaliífe grandioso
parques, paseos y jardines
para gloria de mis ojos.
Sevilla con su giralda
y ese barrio santa cruz
con sus casitas floridas
llenas de encanto y de luz.
Sus mujeres son el sueño
cuando a los ojos mirando
tan negros y tan profundos
parecen que estén soñando.
Esa mantilla que lucen
al llegar semana santa
con la peineta produce...
un osu, cuando ella pasa.
Y que puedo yo decir
de esa mujer sevillana
que en nuestra feria de abril
su gracia entera derrama.
Y ya se van para el rocío
con sus trajes de lunares
y en una orilla del río
a la virgen cantan salves.
No se puede describir
en un pequeño poema
la grandeza que hay aquí
recorriendo nuestras venas.
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