Por haberte conocido terminé conociendo,
del Paraíso sus más escondidas estrellas,
y volando en la cola de algunos cometas,
me llevaste hasta el templo de los Dioses,
y ellos te conocían, y ellos te adoraban,
eras la Diosa que gobernaba en la Tierra.
Por haberte conocido terminé conociendo,
del Averno sus más oscuros laberintos,
y pisé descalzo las cenizas más ardientes
que me llevaron hasta el coro de demonios,
y allí todos te esperaban, te deseaban,
eras el ángel negro que los representabas.
Por haberte conocido terminé conociendo,
tanto el Paraíso como el ardiente Averno,
me desnudé y me revolqué en alegrías,
me desnudé y sufrí tus peores tormentas;
te conozco y te encuentro en tus secretos,
y me nutro de tu dualidad imperecedera.
(Pablo Javier)
del Paraíso sus más escondidas estrellas,
y volando en la cola de algunos cometas,
me llevaste hasta el templo de los Dioses,
y ellos te conocían, y ellos te adoraban,
eras la Diosa que gobernaba en la Tierra.
Por haberte conocido terminé conociendo,
del Averno sus más oscuros laberintos,
y pisé descalzo las cenizas más ardientes
que me llevaron hasta el coro de demonios,
y allí todos te esperaban, te deseaban,
eras el ángel negro que los representabas.
Por haberte conocido terminé conociendo,
tanto el Paraíso como el ardiente Averno,
me desnudé y me revolqué en alegrías,
me desnudé y sufrí tus peores tormentas;
te conozco y te encuentro en tus secretos,
y me nutro de tu dualidad imperecedera.
(Pablo Javier)
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