Ojivas nucleares son tus ojos
que estallan al mirarme con pasión
se enciende como un millón de soles
quemándome con tu fuego el corazón.
El hongo que provocas son mis gritos
que se elevan con gemidos hasta el cielo
sintiendo que en el hongo me derrito
cabalgándote ardientemente sobre el suelo.
Se calientan tus ojivas con los besos
la cuenta atrás tu la dejas para mi
llevo el ritmo abrazado a tus caderas
y en tus gritos me llevas hasta el fin.
La explosión como truenos entre montañas
se replica como temblores en la tierra
los temblores que en tu cuerpo se desatan
los temblores que a mi cuerpo tanto altera.
Disipándose el hongo va hacia el cielo
la explosión nuclear ya se acabó
me miras con ternura a los ojos
con lagrimas de felicidad brillando al sol.
Ángel Reyes Burgos
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