La red la tengo tendida
y te espero cauteloso
para que quedes prendida
en los hilos y en mis ojos.
Te inyectaré de mi cuerpo
el jugo que te derrita
y te sorberé despacio
escuchando como gritas.
Y mi nombre gritaras
cuando temblando y fogosa
entre tus muslos me tengas
como araña venenosa.
Así quisiera morir
succionando tus venenos
y así quisiera vivir
haciendo este amor eterno
Ángel Reyes Burgos
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