Me acosté anoche con la pesada carga de la monotonía, pensé en las cosas que podrían hacerme feliz y desee con todas mis ganas estar solo en el mundo y disfrutar a mi antojo de todo lo que en el había.
No despertarme con el ruido de los vecinos o el camión del butano golpeando sus bombonas, necesitaba el silencio, no luchar por la supervivencia ni someterme a las reglas impuesta por la sociedad...
Al despertarme, no podía creer que ese deseo se hubiera echo realidad,...había una paz y un silencio que me embriagaba el alma, me asomé por la ventana y la calle estaba desierta, coches en el centro de la calzada y cuando bajé a la calle, solo había pequeños montones de ceniza formando siluetas de lo que antes eran personas y dentro de los coches parados lo mismo...me sentí feliz, todo iba a ser mio...
Entré en una cafetería donde la escena se repetía, solo siluetas de polvo y sobre el polvo sus objetos personales, relojes, cartera, móviles...tomé lo mejor de lo que había y vacié sus carteras...
No había luz, ni agua, los móviles no funcionaban y una laptop con la que intenté entrar en este mi blog,
no tenia conexión a Internet...en principio no me preocupó, tenia toda la ciudad para mi...
Entré en un concesionario de coches y cogí un deportivo rojo descapotable para pasear por la ciudad, todo estaba a mi disposición y en una joyería tomé varios roles de oro y brillante que me puse en ambos brazos,
no podía sentirme mas feliz cuando salí de una tienda de diseño vestido y calzado con las mejores prendas.
Tenia hambre y entré en una marisquería sirviéndome toda clase de mariscos en una gran bandeja y una botella de mi vino preferido, Alfonso, un néctar se-mi dulce, se-mi seco...me senté a comer y subí la manga de mi chaqueta para que se vieran bien mis relojes...al mirar a los lados y no ver a nadie, no me sentí ufano por mis preciados tesoros ni la ropa que vestía, pues nadie estaba para mirarme...
Intente alejar el fantasma que se estaba creando en mi mente con cosas negativas, sacudí la cabeza y me dije, que demonios, voy a disfrutar a tope con todo lo que la vida me está regalando ahora.
Después de comer entré en un gran centro comercial y me atesoré de varias maravillas tecnológicas, una cámara de vídeo de ultima generación, el mejor portátil que jamás había visto y después de hacerme un café
instantáneo y traerme un surtido de pasteles a una mesa, encendí esa maravilla de laptop para escribir un poema, pasaron dos horas y mi mente seguía en blanco, no dejaba de pensar en que no tenia conexión a Internet y si no podía compartir con los demás mis emociones y sentimientos a través de los poemas y reflexiones, de que me servia escribirlos, no conseguía des-bloquearme y la cerré...
Alejé de nuevo el demonio que empezaba a tomar forma dentro de mi y pensé que cambiando de coche lo ahuyentaría, pero me apetecía una moto de gran turismo como las que envidiosamente me complacía cuando las veía circular junto a mi y sin pensarlo me fui a por una con la que estuve disfrutando toda la tarde, pero tampoco había nadie que me mirara y me hiciera sentir importante, sacudí la cabeza para no pensar y me metí en un italiano que hacen el mejor osobuco y me dispuse a devorarlo, pero no tenia forma de calentarlo por la falta de corriente y me serví una generosa tabla de quesos, salmón ahumado y otras delicias... parecía que los fantasmas desaparecían y necesitaba descansar de tantas emociones y me fui al Hotel Alfonso Xll a la habitación del rey y es así como me sentía...
Intenté dormir pero me era imposible, estaba acostumbrado al llanto del niño del vecino, el golpeteo de la cama de la joven pareja de al lado, la sonrisa que me produce hacerle burlas a un niño en la calle cuando el me responde, mi teléfono cuando suena, mi novia cuando me escribe y las personas que a diario me saludan de forma afectuosa y me alegran el día...
Por fin me pude dormir deseando con todas mis ganas volver a mi rutina de siempre y seguir luchando por mi supervivencia en la rica experiencia de seguir viviendo entre la maravillosa gente que hacen que sea quien yo soy y seguir escribiendo para mi y para ellos...
Por la mañana me despertó el estrepitoso ruido del camión y las voces de una mujer llamando a su hijo...me sentí de nuevo vivo y escribí esto para todos vosotros...
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