Desgarrador tiempo que no acelera
el paso de los minutos en mi reloj
mi corazón entristecido se desespera...
aún no veo en la distancia mi dulce amor.
Negros nubarrones se están ciñendo
como coronas fúnebres sobre mi cielo
y unas golondrinas me están quitando
las espinas clavadas sobre mi pecho.
Que solitario el camino...
que observo desde mi atalaya
donde estará mi destino
cuando de mi lado te vayas.
Mi corazón lanza un grito
que ahuyenta mis soledades
nunca el dolor es infinito
aunque el reloj se te pare...
Ya viene por el sendero
como una reina sin cetro
y los negros nubarrones
de mi pecho están huyendo...
Ángel Reyes Burgos
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