Voy a besar lentamente
desde tus pies a tu boca
regando muy dulcemente
la pasión que me provocas
y cuando llegue a ese valle
donde me paro a soñar
hundiré mi ardiente frente
para hacerte realidad.
Hacer mis dedos tizones
como ascuas encendidas
que enciendan tus duros pezones
y quede mi boca prendida
cuando tu miel y tus fulgores
ya te dejen estremecida
y al terminar tus temblores
quedes en mi alma dormida.
Satisfecha de mis besos
y las sabanas mojadas
te fundes contra mi pecho
dejando tu alma calmada.
Ángel Reyes Burgos
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