Ya huele a incienso y palmas
la borriquita ha salido
y montado sobre sus ancas
el cristo me ha bendecido.
Las trompetas van sonando
los tambores al mismo son
y al pasar justo a mi lado
me da un vuelco el corazón.
Oigo arrastrar las sandalias
del sufrido costalero
que al cristo sube en volandas
allá muy cerca del cielo.
A esta es...el capataz...
ordena con voz de mando
todos suben ese altar
y la gente está llorando.
Que emoción cuando lo mecen
a ese cristo sevillano
no hay lágrima que no riegue
el suelo donde pisamos.
Ya se acerca la semana
de gloria para Sevilla
y en mi pecho ya resuena
las flautas y las campanillas.
Lo escribí pensando especialmente en mis hijos
recordando como de pequeños se metían
debajo de una caja con una cruz encima
simulando sacar un paso y decían, a esta es...
Son recuerdos imborrables en mi mente...
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