He compuesto esta imagen con dos preciosos niños, el niño rico con esos ojos inteligentes, que parecen navegar por la profundidad del sueño de ese niño pobre que dormita sobre el suelo en los pies de su padre. Su madre lo está bañando y lo protege con ese gorrito para que no le caiga el agua en los ojos..., al niño pobre no le sirve ese gorro, por que su agua surge desde su tristeza y el dolor que atenaza su hambre…
Ninguno de los dos ha nacido mereciendo su suerte, pero nada se hace para acortar estas inmensas distancias que separan a uno de otro, así ha sido a lo largo de nuestra historia y será así hasta que los dioses humanos sean derrocados. No me refiero a los dioses de las distintas religiones que al fin y al cabo son meras marionetas de sus líderes religiosos, que los manipulan a su antojo para incrementar sus negocios…
Me refiero a los verdaderos dioses omnipotentes y todopoderosos de las grandes fortunas y su capital salvaje devorando a compañías y países enteros para engrandecer sus más que impresionantes imperios.
Pero esto que escribo es puta demagogia, (perdón, pura demagogia), por que nada de lo que diga, tendrá una repercusión real para solucionar estos problemas, puesto que para nosotros solo será un momento de reflexión al leerlo y comprender que es verdad, pero ninguno vamos a arriesgar nuestro bienestar y nuestra economía para algo que nos parece estar muy lejano, sin apenas comprender, que ese pobre niño lo tenemos a la vuelta del alma…seguramente el día que se despierte, nos la devorará…
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