En la soledad de tu camarote
o en el fragor del casino
o si en la ducha te metes
allí estará mi destino.
Susurrando mil te quiero
cien caricias voy a darte
y una nube desde cielo
cogeré para bajarte...
Y en esa nube mi amada
voy a desnudar tu cuerpo
a salvo de las miradas
de los halcones del tiempo.
Beberé de tu hermosura
el dulce néctar candente
para vivir esta locura
que me produce la muerte.
Recuerdame en soledad
cuando sedienta de besos
tu alma quiera gritar
por estar de mi tan lejos.
Ángel Reyes Burgos
2 comentarios:
Tan lejos que duele, pero tan cerca del alma que la distancia desaparece.
Un beso Ángel.
Un beso mi querida amiga Ame y gracias. Te deseo un maravilloso día.
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