Quiero tener tu inocencia
reflejándose en mis ojos
con la voz de mi experiencia
de días maravillosos...
No recordar de mi vida
esos días desgraciados
y borrar esas heridas
de dardos envenenados.
Quiero sentirme de nuevo
como un niño inocente
que camine por el mundo
con ilusión permanente.
Hay si de adulto pudiera
sentir lo que siente un niño
sin falsedad ni quimeras
y amar con todo cariño.
Cuando la tristeza habla
yo te conjuro criatura
para que ella no se haga
dueña de mi sepultura.
Y así tener por más años
tu niñez siempre presente
y no sufrir del desengaño
de esta vida ingratamente.
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