Ya terminando el rocío,
palmas bato por fandangos
haga calor o haga frío
o mis pies estén sangrando.
Una pará en el camino
para bailar sevillanas
tomar una copa de vino
mientras suenan las campanas.
Algo hay en mi tristeza
que es diferente a todas
cuando los pies se me alejan
del Rocío y su pastora.
El tamboril está tocando
y aleja esta pena mía
cuando con gritos y cantando
suenan palmas de alegría.
Ya se está haciendo de noche
apenas se ven las chumberas
y las carretas y los bueyes
se plantan junto a la hoguera.
Hoy tenemos noche larga
buena comida y buen vino
y el rasgueo de guitarra
a la orilla del camino.
Apenas quedo dormido
cuando la guitarra calla
y me siento estremecido
viendo la virgen en mi alma.
Le pido a mi virgen guapa
que pase este año pronto
que quiero volver junto a ella
para llevarla en mis hombros.
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