ávida de amor y de ternura
con estelas de dolor y de tristeza
de desamores vastos de amargura.
Llegaste a mi destino cual saeta
que hiere mi corazón enamorado
creando de manera tan perfecta
la ilusión que me tiene cautivado.
Llegaste a mi vida sin previo aviso
llenando de esperanza mi sendero
de hallar el amor que ahora preciso
para llevar mi barca a puerto placentero.
Llegaste a mi cielo como el aire
con esos labios que invitan a besarlos
y esos ojos que dominan con donaire
no permiten otra cosa que adorarlos.
Llegaste a mi existencia sin pensarlo
con tu beso de miel que tanto anhelo,
en algún momento quizá poder probarlo
y lograr contigo alcanzar el cielo.
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