La mocedad del año, la ambiciosa
vergüenza del jardín, el encarnado
oloroso rubí, tiro abreviado,
también del año presunción hermosa:
La ostentación lozana de la rosa,
deidad del campo, estrella del cercado,
el almendro en su propia flor nevado,
que anticiparse a los calores osa:
Reprensiones son, oh Flora, mudas
de la hermosura y la soberbia humana,
que a las leyes de flor está sujeta.
Tu edad se pasará mientras lo dudas,
de ayer te habrás de arrepentir mañana,
y tarde y con dolor, serás discreta.
Torcido, desigual, blando y sonoro,
te resbalas secreto entre las flores,
hurtando la corriente a los calores,
cano en la espuma, y rubio como el oro.
En cristales dispensas tu tesoro,
Líquido plectro a rústicos amores,
y templando por cuerdas ruiseñores,
te ríes de crecer, con lo que lloro.
De vidrio en las lisonjas divertido,
gozoso vas al monte, y despeñado
espumoso encaneces con gemido.
No de otro modo el corazón cuitado,
a la prisión, al llanto se ha venido,
alegre, inadvertido y confiado.
Durante su vida estudiantil, Quevedo escribió algunos opúsculos burlescos, desvergonzados y de mal gusto, de los que luego renegaría pero que entonces le hicieron muy popular a través de copias manuscritas que terminaron por avergonzar a su autor...Para saber más pulse aquí.
2 comentarios:
Belo poema, Feliz semana
Gracias de nuevo por tu visita y comentario, que tengas un feliz martes.
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